Renault Argentina entró en el lote de empresas del sector metalmecánico y automotor que sintieron el efecto de la desaceleración económica de la región, principalmente de Brasil, lo que las obliga a ajustar sus planes de producción. Se verán afectados sus 2.000 operarios.

De hecho, la Asociación de Fábricas de Autos (Adefa) informó ayer los números de mayo, que fueron negativos: la producción registró una suba del 9,9 por ciento respecto de abril (que había sido pobre) y una baja del 24,4 por ciento con relación a mayo del año pasado (que había sido extraordinario).

Comparando los cinco primeros meses de 2012 con el mismo período de 2011, se registró una baja del 10,5 por ciento.

 

El problema no está tanto en el mercado interno (los patentamientos crecieron con fuerza en mayo) sino en la debilidad de la demanda brasileña: las exportaciones de autos argentinos cayeron 45,7 por ciento respecto de mayo de 2011, una cifra sin precedentes. En los primeros cinco meses del año se exportó 26,5 por ciento menos.

Brasil es el destino de casi la mitad de los autos que se hacen en Córdoba.

En este marco, Renault oficializó ayer los rumores que se venían planteando la semana pasada sobre suspensiones en su planta de Santa Isabel.

Fuentes de la compañía informaron que se pondrá en marcha un plan de suspensiones que comenzará mañana con el segundo turno (el turno mañana trabajará normalmente) y continuará el viernes afectando a los dos turnos. Lo mismo sucederá el viernes de la semana que viene, también para los dos turnos. Además, están previstas suspensiones durante otros tres días, que se concretarán en los últimos días de junio, aunque todavía no está fijada la fecha concreta. La empresa indicó que las suspensiones son para “regular el stock”.

Las suspensiones se aplicarán pagando el 75 por ciento de la jornada, como es habitual.

Producción. Las fuentes indicaron que se debieron ajustar los planes de producción, ya que “resulta muy caro mantener parado un vehículo en planta”.

Para este año, Renault tenía previsto fabricar en Santa Isabel 120 mil unidades, lo que implica un crecimiento de casi 10 por ciento en relación con lo fabricado el año pasado.

Estos planes ya implicaban un menor ritmo si se tiene en cuenta que la fabricación durante el año pasado aumentó 21 por ciento.

De esta manera, sería la primera vez que Santa Isabel para su actividad para ajustar stock por la caída en las ventas a la región, ya que las suspensiones implementadas en octubre del año pasado habrían sido resultado de problemas en la provisión de componentes por parte de sus proveedores.