“La primera tarea ante toda situación de crisis -intentos de suicidios o toma de rehenes- es establecer perímetros, no solamente para resguardar la seguridad de las personas sino también del personal que está interviniendo. Se recaba información, se confirma la situación y luego se trata de entablar diálogo. Lo principal es la comunicación en todas sus formas: verbal y no verbal”, aseguró el oficial principal Juan Manzanares (34), a cargo del equipo de negociadores del Equipo de Tácticas Especiales Recomendables (Eter) de San Francisco, que el último miércoles intervino para evitar un intento de suicidio de una mujer de 45 años en San Francisco.

La negociación se extendió alrededor de una hora, pero debido a la falta de información visual –la mujer se encontraba encerrada en un baño y mostraba signos de estar bajo los efectos de algún fármaco- finalizó con la intervención del grupo táctico que irrumpió en el sitio para rescatar a la mujer y entregarla a los equipos de emergencias.

“El negociador debe velar porque no se pierda una vida, por eso se debe confirmar la situación de crisis -el intento de suicidio-, contener, aislar y hacer uso de la comunicación. Muchas veces no se termina de lograr la comunicación y se debe recurrir al equipo táctico siempre en post de la vida”, agregó Manzanares.

Termómetro

Momentos de tensión se vivieron pasadas las 22 del miércoles luego de que una mujer llamara desesperada a la Policía, aduciendo que su hija de 45 años se hallaba encerrada en el baño del domicilio con intenciones de quitarse la vida.

En primera instancia arribó al lugar personal de la Departamental San Justo para analizar la situación e inmediatamente dio intervención al Eter, que arribó con su negociador y durante más de una hora intentó hacer que la mujer deponga su actitud.

“En el caso puntual que nos tocó en la semana seguimos el protocolo pero nuestro ‘termómetro de situación’ nos indicaba que esa persona corría riesgo de vida. Intentamos hasta donde más se pudo a través de la comunicación verbal, porque no la veíamos, estaba detrás de una puerta cerrada con llave, no sabía en qué posición estaba, si tenía algún elemento contundente, toda esa información visual no la teníamos, era solamente la verbal y a veces era intermitente. Eso nos daba indicadores de que podía estar en riesgo su vida, entonces con autorización judicial ingresamos violentando la puerta”, sostuvo el oficial principal.

Recabar información, marcar perímetro y dialogar, claves de negociación ante un posible suicida
 El negociador, Juan Manzanares y el sub comisario Pablo Rocchelli, a cargo de la delegación local.

- ¿Cómo son los tiempos que manejan en estas situaciones?

Cada situación es un mundo, tienen su complejidad y particularidad. No se resuelven de la misma manera, en el caso puntual de los suicidas se va analizando, se recopila información y sí hay un diálogo, si se respetan unas escalas o no en el cambio de conducta. Siempre partiendo de la base de que esa persona que está en crisis no nos conoce. Si logramos que mediante la palabra deponga su actitud esa negociación fue exitosa, se llama real. Pero si ese caso no se da y el tiempo no nos juega como aliado, hay que acudir al daño de una puerta para evitar un mal peor como la muerte. Es preferible que se rompa una puerta y dar cuenta judicialmente ante eso y no ante la pérdida de una vida. Entonces, los tiempos los vamos manejando a cronómetro, es muy importante establecer la hora a la que somos anoticiados, a la que arribamos y el tiempo que pasó intentado hablar con una persona. Tenemos que ser un termómetro y captar los indicadores de progreso o de violencia. Si la agresividad va en aumento está más próximo que la resolución sea a través del equipo táctico y del uso de la fuerza.

- ¿Esta situación de cuarentena, de aislamiento social y crisis económica pudo haber influido?

Entiendo que sí. Hay una época en la que afloran las tendencias suicidas, por ejemplo, las fiestas de fin de año son una fecha crucial por los estados emocionales que despiertan, no solamente para los actos suicidas sino también para toda acción que presuponga autolesionarse, sin necesidad que llegue a la muerte. En este caso particular algunas de las causas que han sido detonadoras de la crisis fue la falta de trabajo y una situación intrafamiliar, que a partir de la cuarentena se han potenciado.

- ¿En cuántos de estos casos le tocó intervenir?

No he llevado la cuenta, no solamente como negociador sino como colaborador en el equipo táctico, los sinsabores y las alegrías no se olvidan. Como negociador, afortunadamente, hemos resuelto de manera aceptable la negociación, como dice el manual del FBI. El éxito del negociador es que el suicida no cumpla su propósito. Muchas veces no depende de nuestro protocolo, nuestras estrategias y técnicas, sino también de las comunicaciones, la información previa recabada y el tiempo.

- ¿Después de que un caso se resuelve de manera aceptable se le hace un seguimiento?

Esa es la gran falencia a nivel nación, no institucional. Ahí es donde deberían trabajar otras instituciones en reforzar un seguimiento psicológico, pero eso escapa de nuestras manos. Nos ha pasado que tras intervenir en un caso suicida a los meses vuelve a recaer y tuvimos que volver a un mismo domicilio por otro intento de suicidio. Y eso es porque no hubo un seguimiento, pero no depende de nuestra institución. Debería haber algún tipo de seguimiento de la persona a través de distintos órganos interdisciplinarios para que esa situación no se repita.

Recabar información, marcar perímetro y dialogar, claves de negociación ante un posible suicida

Allanamientos de riesgo: el 90% de las intervenciones del Eter

La delegación del Eter San Francisco se encuentra bajo la responsabilidad del sub comisario Pablo Rocchelli (34), que brindó algunos detalles del accionar del grupo élite de la Policía provincial, que tiene a su cargo, entre otras cosas, la custodia del gobernador.

“Los allanamientos de riesgo representan el 90 por ciento de nuestras salidas, desde enero hasta la fecha participamos en 12 allanamientos, ocho fueron positivos donde logramos encontrar a la persona buscada como así también el secuestro de armas y elementos vinculados a la causa, realizamos cinco tipos de custodias y estamos efectuando todas las noches patrullajes preventivos, para colaborar con la seguridad en esta época de cuarentena obligatoria”, destacó Rocchelli.

El Eter es un equipo altamente preparado, que cuya táctica de trabajo es la irrupción sorpresiva en las situaciones de crisis. “Contamos con tres  compañías de cinco personas por día, tenemos un ‘móvil adelantado’ que ante cualquier situación es el que responde inmediatamente ante una solicitud. Está compuesto por un negociador, el chofer, un sniper -francotirador-, un asaltante- que hace la irrupción al lugar- y el jefe de compañía. Al arribar al punto en cuestión, previo a un encuentro con los investigadores y recabar información, se evalúa la situación general y se comienza a llevar a cabo el protocolo que el marco de la ley establece”, resumió.

Teléfonos de ayuda

Cabe recordar que existen varios Centro de Asistencia al Suicida. Se puede llamar al (0351) 4265755, (0351) 2266135 -gratuito para móviles Claro-, al 135 (ciudad de Córdoba y gratuito para móviles Personal) o al (011) 5275-1135.