Raquel del Valle Carlos, la pintora autodidacta que abrazó el arte para sanar
Nacida en Villa Fontana vino a San Francisco a los 15 años y se convirtió en docente. Ya jubilada conectó con esa niña interior a la que le gustaba pintar. Sus obras se encuentran exhibidas en El Espacio.
La galería de arte El Espacio inició una nueva temporada de exhibiciones con artistas destacados de San Francisco. En esta oportunidad la pintora invitada es Raquel del Valle Carlos.
Su profesión de base es la docencia, ejerció como docente de enseñanza primaria durante 36 años y se jubiló recientemente en la Escuela Marina María Magdalena Fava de Esteban. El arte fue en su vida una arista que no había tenido oportunidad de explotar hasta el último tiempo.
Raquel nació en Villa Fontana y a los 15 años vino con su familia pensando en que estarían en un ambiente donde podrían estudiar una carrera de nivel superior. En su caso eligió la docencia y sus otras tres hermanas también labraron su camino.
Su impresión fue que el arte, eso que tanto la emocionaba de pequeña cuando dibujaba, estuvo acompañándola en su desarrollo profesional. “Me dediqué a recuperar emociones en niños donde notaba que no podían expresar algo, desde ese lugar podrían liberarlas”, contó a El Periódico.
Después
Un día se encontró planteándose “¿qué hacer de su vida?”, sus cuatro hijos son grandes y tiene dos nietas, pero tenía que encontrar algo con qué llenar su futuro. Ellos la guiaron en su camino y le regalaron un set inicial para que pudiera empezar a pintar con mayor dedicación.
“Empecé a probar y animarme, tomé talleres y clases. Nos fuimos encontrando la pintura y yo, logré así expresar emociones guardadas y personales que me inspiraron a pintar”.
Al principio se dejó llevar por su intuición cuando venían esas sensaciones a flote. La técnica fue algo que pulió con el tiempo, asiduamente asiste a las clases en el atelier de Patricia Ludueña con quien aprende más sobre equilibrio, contraste, profundidad, colores. “Voy disfrutando del proceso, ella supo interpretar desde la técnica todo lo que yo quería explicar en mis obras”, indicó.
Exhibición
En la muestra denominada “Historias de bolsillos” se pueden observar óleos que buscan plasmar la constancia, voluntad e interpelar a los espectadores. El nombre viene de la frase que empleaba su abuela al momento de relatarle cuentos cuando estaban en su casa.
“Buscaba que llegara un mensaje a las personas sobre que el arte ayuda a sanar, sirve para manifestar emociones. Inicié con una serie de obras de niñas donde plasmé lo que viví de niña, por ejemplo, hay una de una pequeña con un lápiz que soy yo y era mi sueño y otra con un caballo que yo tenía a esa edad”, relató.
En la misma línea pintó a mujeres adultas sin ninguna memoria pensando en los lugares a donde la vida la fue llevando y que se construye con personas que arrancan desde cero.
Elección
El arte conecta a Raquel con esa pequeña que en Villa Fontana pensaba en pintar. A pesar del gran desarrollo como artista que ha tenido prefiere no considerarse así. “Siendo pintora autodidacta me siento cómoda”, señaló.
El mundo del arte le abrió puertas a proyectos y conocimientos nuevos, para ella lo importante es “sacar emociones que es difícil volcar naturalmente”, es ahí cuando el arteterapia (especialidad que hizo en la UBA) cobra relevancia.
“El arte es un complemento para canalizar emociones, después en el taller con Patricia ella me ayudó a interpretar lo que siento y quiero a través de la pintura. Después me fueron pidiendo encargos personalizados y cuando ves que el dueño del cuadro lo acepta es algo muy satisfactorio”, subrayó.
Su nuevo proyecto es perfeccionarse en la ilustración de libros para niños, allí volvió a unir a la pequeña Raquel con la mujer de hoy y la que llegó a San Francisco para forjar su futuro.
Las obras de Raquel del Valle Carlos estarán en exposición y a la venta todo el mes de marzo en El Espacio, local ubicado en Bv 9 de Julio 1844. El horario es de martes a viernes de 17 a 20.