María Rosa Ellena, donde tiene más de 20 animales ayudan a solucionar el problema de los animales que quedan en la calle rescatan hasta los que simplemente se preocupan porque cada día perros y gatos desamparados puedan comer y beber Bigote”, el callejero con asilo “Bigote”

Virginia y Remo son dos de los varios vecinos que cuidan a “Bigote” y a los que el perro más estima, ya que es en las casas de cada uno de ellos donde duerme la siesta y descansa en la noche.

“El perro tiene varios ‘asilos político’-bromea Remo-, él duerme en la casa de mi hijo, pero cuando ellos se van él también se marcha. Se va para otras casas como la mía, que está sobre San Luis, golpea la puerta y pide asilo. Ahí come algo y hace la siesta en una alfombra. Si no encuentra a nadie ahí se va hasta calle Fleming al 300 donde también golpea la puerta, donde a veces también se queda a dormir. Se manda a todos lados y todo el mundo sabe que es ‘Bigote’”.

Virgina cuenta que el animal vive dando vueltas en el barrio. “Sigue siendo libre, en la calle, mi casa como la de tantos es un dormitorio para él”, agrega. Pero destaca que es muy protector con todos los que lo cuidan.

“Es un buscavidas, un linyera libre que tiene una excelente interrelación con la gente del barrio y por eso la gente lo quiere tanto”, lo define Remo.

Hogar para abandonados

María Rosa Ellena tiene en su casa de barrio La Milka unos 24 perros, todos han sido abandonados o nacieron en la calle. Muchos fueron rescatados heridos y a punto de ser sacrificados.

“Hace unos 15 años adoptamos un cachorrito que habían dejado en una caja y a partir de ahí empezó todo, de querer rescatar y proteger animales. Después comencé a llevarlos a castrar, para tratar de controlar un poco ese abandono y la superpoblación. Todos los perros que tengo en mi casa han sido abandonados”, comenta la mujer.

María Rosa tiene más de 20 perros pero ya no los cuenta porque se pierde. “Ahora solamente traigo perros como hogar en tránsito hasta conseguirles nuevos dueños. Levanto aquellos a los que llevo a castrar, recupero a algún enfermo y después los devuelvo. A los cachorritos les buscamos hogar junto a las chicas de la protectora”, explica.

“Nunca hay un tiempo sobre cuánto se puede quedar un perro acá-agrega-, pueden pasar semanas, meses o años. O que se queden definitivamente. Uno se encariña y cuesta”.

La mujer se encarga de comprarles el balanceado aunque recibe una mínima ayuda de una familia que le regala una bolsa de alimento para cachorros.

Tienen quien los cuiden

“Cabeza” y “Negro” son dos mestizos callejeros que habitan la zona de la terminal de ómnibus y encontraron en un grupo de vecinos de un edificio ubicado sobre bulevar 9 de Julio, a unos amigos que diariamente les dejan comida y bebida.


Esterilizaciones gratuitas

La Sociedad Protectora de Animales de San Francisco continúa trabajando en la promoción de las esterilizaciones masivas y gratuitas, cómo único método ético de control de la población canina y felina.

Los interesados pueden sacar turno en forma personal y con DNI en 9 de julio 1187, en el área de Gestión Institucional y Cultural de la Municipalidad.