Por primera vez desde 2002, la producción fabril anual mostró, en 2012, una caída. Según el Estimador Mensual Industrial (EMI) del Indec, en diciembre las industrias produjeron 3,8 por ciento menos que en diciembre del año pasado. Con ese dato se cierra la serie para todo 2012, que muestra una caída, en términos desestacionalizados, de 1,2 por ciento.

Desde 2003 hasta 2011, ese dato siempre había sido positivo, aunque en el recesivo 2009 la mejora respecto de 2008 había sido de apenas una décima.

El débil desempeño industrial estuvo empujado este año, sobre todo, por los “fierros”: la siderurgia, la metalmecánica y el sector automotor, todos muy afectados por la debilidad de la demanda brasileña, lideraron las caídas (ver infográfico).

 También influyeron el impacto del cepo cambiario en el sector inmobiliario (que impactó en la construcción) y la debilidad fiscal de las provincias (que redujo obras públicas). La siderurgia aporta buena parte de su producción a estos sectores. Y específicamente la fabricación de cemento cayó 6,3 por ciento.

Por el contrario, tuvieron desempeño positivo aunque moderado el resto de las actividades industriales: producción de tabaco (6,6 por ciento), industria textil (3,2 por ciento), industria de químicos (2,9 por ciento), refinación de petróleo (2,6 por ciento) y producción de caucho y plástico (1,8 por ciento).

Tras expandirse a una tasa promedio anual del 9,3 por ciento en el período 2003-2008, la producción manufacturera aumentó apenas un 0,1 por ciento en 2009, desaceleración que se dio en un contexto de crisis global, pero volvió a crecer un 9,7 por ciento en 2010 y un 6,5 por ciento en 2011.

La industria argentina no cerraba un año en retroceso desde 2002, cuando la actividad se desplomó un 10,6 por ciento a raíz del estallido de una severa crisis económica a finales de 2001, tras cuatro años de recesión.