Tras casi un mes de información a los motociclistas, este lunes 16 de abril comenzará a regir la iniciativa del Gobierno municipal que prohíbe la venta de combustible a los conductores que se presenten en la estación de servicio sin el casco de seguridad colocado y abrochado, tal como lo exige una ordenanza vigente desde el año 2008 pero que hasta el momento tuvo un escaso cumplimiento.

Para ello, desde el municipio dispusieron que haya agentes de seguridad privada durante las 24 horas y por el lapso de un mes en todas las estaciones de servicio de la ciudad, para evitar posibles conflictos con los motociclistas que no acaten la norma. A estos se les sumarán, por turnos, agentes de Tránsito municipal (ya lo vienen haciendo), y desde la Municipalidad advirtieron que podrán secuestrar la moto a los infractores.

La aplicación de esta medida nació de un convenio entre el Ejecutivo y propietarios de las estaciones, que luego incluyó a empresas de seguridad. Representará una erogación de 1.300.000 pesos para las arcas municipales, lo que fue aprobado por ordenanza en la última sesión del Concejo Deliberante, aunque solo con los votos del oficialismo.

La decisión del Gobierno municipal responde a una alarmante estadística sobre los accidentes de tránsito en la ciudad (4 por día), que en lo que va del año dejó nueve muertes.

Préstamo y hasta alquiler

Si bien en todas las estaciones de servicio consultadas coincidieron en que aumentó en gran manera el uso del caso a la hora de cargar nafta, no faltan los “trucos” de aquellos que no lo llevan puesto. En primer lugar, lo piden prestado a alguien que sí lo lleva. “Vemos que muchos se pasan los cascos, se esperan una cuadra más adelante o más atrás, incluso unos metros dentro de la estación. Se hace difícil porque nosotros estamos expuestos”, relató Gabriel Sánchez, encargado de despacho en el Automóvil Club Argentino.

En el mismo sentido se expresó Luis González, encargado de la YPF de 9 de Julio y Córdoba: “No hemos tenido conflictos, la mayoría viene con casco y si no lo llevan, aceptan que no le podemos cargar. Pero a veces se hacen señas o se esperan a media cuadra con otro que les presta el casco, eso ya no lo podemos controlar”.

No solo eso, en otra estación aseguraron que no falta quien se ubica cerca del lugar y en ocasiones alquila el casco por una módica suma a los motociclistas que lo necesitan para cargar.

También, en un kiosco cercano a una estación, suele conformarse una ronda de amigos, que mientras aprovechan para charlar o tomar algo, se van pasando los cascos para ir a la estación y poder cargar combustible.

Evaluación positiva

Desde la Municipalidad, el secretario de Gobierno, Gustavo Piscitello, evaluó que hubo buena aceptación de la medida en las estaciones de servicios y aseguró que “se ve a muchos más motociclistas usando el casco”.