La plaza General Savio, de barrio Cottolengo, apareció días atrás en su parte sur (a metros del colegio Ipem 315 “José Hernández”) con sus juegos totalmente destrozados. Los juegos ya tenían cierto deterioro, algo que fue confirmado por fuentes municipales, quienes aseguraron además que días atrás finalizaron un relevamiento de los distintos espacios verdes de la ciudad para conocer cuáles deben arreglarse.

Desde el municipio explicaron que están acostumbrados a observar roturas de juegos en distintas plazas, aunque no de la magnitud de lo ocurrido en la Savio.

Según pudo conocer El Periódico, arreglar estas roturas costará unos siete mil pesos entre materiales y mano de obra.

Otros lugares

La mayoría de los agravios en los espacios verdes son en los juegos, las fuentes y las luminarias. Por ejemplo, en plaza Vélez Sarsfield pintaron con aerosol verde la fuente de agua.

También la plaza de la Integración suele ser dañada, al igual que el Paseo Cervantes en la popularmente llamada “costanera”, donde las luminarias se cambian continuamente.

Por otra parte, la plaza de barrio El Prado ya se convirtió en pista de motocross. Vecinos aledaños a ella denunciaron este mal uso que se hace del espacio público en horas de la noche. Hasta se pueden observar las huellas de las motos que quedan marcadas en la tierra.

¿Volver a los caños?

Los antiguos juegos estaban hechos de caño y en la actualidad quedan pocos de ellos al ser reemplazados por los “ecológicos”, que se fueron imponiendo por una cuestión de estética pero además por seguridad y variedad. Desde el municipio aclaran que las hamacas, por ejemplo, ya no tienen asientos de madera como antes sino un soporte de caucho en el asiento.

Mal utilizados

Es común observar que los juegos son ocupados muchas veces por gente adulta o adolescentes, lo que genera en algunas oportunidades su rotura. Éstos han sido preparados para el uso de los más chicos.