Afuera está bien frío. La ciudad amaneció el martes con cero grados de temperatura y en las calles existe un show de bufandas, gorros de lana y camperas. En barrio La Milka solo algunos se le animan al frío a media mañana. Otros permanecen adentro de sus casas y hacen malabares para hacerle frente a las bajas temperaturas de junio.

Más gasto

Por el momento, en el barrio no cuentan con la obra de gas natural. En la casa de Javier utilizan normalmente dos tubos de diez kilos, pero en los meses de crudo invierno suman una más. Hoy el costo de cada garrafa es de 97 pesos, lo que le implica casi 300 pesos mensuales, lo que podría gastar mínimo en un bimestre una familia tipo que cuenta con el gas natural.

Para calefaccionarse utilizan las nobles pantallas radiantes que funcionan a gas, aunque las encienden recién cuando comienza a caer la tarde para calentar la casa para la noche: “Durante el día no las prendemos para no gastar la garrafa. Solo a la tardecita hasta el momento de dormir, sin olvidar apagarlas por el peligro que pueden llegar a generar”, aseguró Javier, mientras pone la pava al fuego y arma el mate. También tienen las estufas eléctricas a resistencia, que consumen bastante energía.

En plan de ahorro tampoco tienen agua caliente en su cocina y para lavar los platos deben calentar la pava. A la hora del baño utilizan un calefón eléctrico para poner el agua a tono con la temperatura. En la casa son cinco las personas que conviven.

“Entre gas y electricidad podemos llegar a gastar en estos meses entre 600 y 700 pesos; así y todo estamos mal calefaccionados”, reconoció Javier.

Escala de consumo

Aquellos que no cuentan con gas natural y calefactores, suelen optar por estufas eléctricas y caloventores, cuyo consumo es alto. Pero existen una serie de cosas a tener en cuenta en estos casos.

Para el caso de los electrodomésticos, el ingeniero electromecánico Osvaldo Cordoni, docente de la Facultad Regional de la UTN local, señaló que “lo primero que hay que mirar al momento de adquirirlos es la escala de eficiencia, representada de la letra A a la G, con diferentes colores”.

“Un equipo de escala A consume entre el 42 al 55% de energía para hacer lo mismo que un equipo igual pero de escala D. Tal vez un equipo de escala D es más barato que uno A, pero con el uso a través del tiempo, se hace excesivamente caro”, explicó.