¿Se puede seguir hablando de trabajos para hombres y trabajos para mujeres? Puede que algunos lo sigan haciendo, aunque ello ya no signifique una verdad absoluta.

Hasta hace algún tiempo, trabajos como el de albañil u otros relacionados a obras en construcción eran considerados sólo de hombres al haber esfuerzo físico de por medio. Sin embargo, los oficios ya no tienen género.

Romina Bermúdez (35) prepara la mezcla en una casa que se levanta sobre calle Los Garabatos en barrio Los Palmares. Forma parte de un equipo de trabajo donde, salvo ella, todos son hombres. Pero eso no la amedrenta; es más muestra orgullo por tener un trabajo de “lunes a viernes” y agradece a quienes le depositaron la confianza.

Madre de tres hijos en edad escolar, dos ellos en la secundaria y uno en la primaria, Romina encontró en la agrupación Mujeres con Oficios la posibilidad de capacitarse en albañilería y de obtener rápidamente un empleo.

“Llegué a Mujeres con Oficios a través de la profesora Sandra Bulacio (presidenta de la Sociedad Civil), que conozco porque curso por la noche el tercer año en la escuela nocturna. Ella me comenta lo del grupo y al otro día me sumo a las capacitaciones que se dan en Uocra”, explicó Bermúdez a El Periódico.

Sólo unas clases le bastaron para tener su primera oportunidad como peona de albañil en una obra, gracias a Fernando Godoy, quien dicta el taller de albañilería al que acude la mujer: “Fernando preguntó si una de las chicas estaba dispuesta a trabajar y ahí empecé”, indicó.

Bermúdez supo trabajar como doméstica, también cuidó ancianos y cumple tareas para la entidad animalista de Frontera “Proyecto Pulguitas”, pero salvo lo último que lo desarrolla dos veces por semana no tenía un trabajo fijo o de “lunes a viernes”, como ella lo define. Fue por esta causa que intentó probar suerte con otro rubro muy distinto a lo que estaba acostumbrada, aunque reconoció que siempre se dio maña en los trabajos que son catalogados para hombres.

Además, aclaró, conocer sobre construcción le da un plus para un objetivo propio: “Con mi hijo de 12 años estamos terminando nuestra casita, entonces me viene bien saber. Además es un trabajo que hoy me da seguridad”, remarcó.

En la obra, Romina cumple diversas tareas. Y lo que es mejor, siente la ayuda de sus compañeros que son hombres: “Me tratan súper bien, estoy feliz acá. No me imaginé nunca esto, aunque siempre me gustó armar, desarmar …por ejemplo un enchufe o agarrar la pala. La vida me hizo así”, contó.

Romina y sus compañeros en la obra: "Me tratan súper bien", dice.
Romina y sus compañeros en la obra: "Me tratan súper bien", dice.

Por otra parte, se siente agradecida a Mujeres con Oficios por la oportunidad recibida y alienta a otras mujeres a no quedarse y participar: “Vi una oportunidad para salir adelante, mis hijos se sienten orgullosos. Por eso les digo a las mujeres que se animen, a veces una busca siempre las mismas opciones como ser niñera, cuidar personas mayores y hay momentos donde cuesta conseguir trabajo. Pero hay otras opciones”, dijo.

Brindar oportunidades

Mujeres con Oficios es una asociación civil que tiene por misión la capacitación e inserción laboral de las mujeres en trabajos no convencionales o tradicionalmente desempeñados por el género masculino.

María Cecilia Minetti, docente y una de las iniciadoras del grupo, valoró que algunas de las participantes de las distintas capacitaciones ya se hayan sumado al mercado laboral. Actualmente ofrecen tres relacionadas a la construcción donde participan más de 50 mujeres ávidas de aprender: colocación de durlock, albañilería y pintura, a las que se les suman varias más pero afines a otras actividades. Para las dos primeras, el gremio Uocra presta las instalaciones.

“Una de las chicas que hizo el curso de durlock pudo insertarse pero además también dio una capacitación y eso es también lo que buscamos como grupo”, dijo Minetti a El Periódico, quien reconoció que llevar adelante estas iniciativas no es fácil ya que muchas veces no logran conseguir materiales ni herramientas.

“Las capacitaciones son gratuitas, el material lo entregamos impreso gracias a la donación de fotocopias. Vamos sumando como podemos”, señaló.

Que las mujeres empiecen a ocupar espacios que históricamente llenaron los hombres es una tendencia que crece en San Francisco, pero también una forma de empoderamiento que viene atada a la posibilidad de obtener un trabajo. Y es ese el desafío.

Mujeres en las obras: Romina demuestra que los oficios no tienen género

Uocra pretende incluirlas en las empresas

Julio Díaz, al frente de la delegación San Francisco de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), se mostró conforme con poder dar “dentro de lo que pueden” una mano para que mujeres se capaciten en el rubro constructivo.

“Nos pareció bueno el entusiasmo que tienen, es una buena causa que traten de tener su oficio”, explicó ante la consulta de El Periódico.

Según Díaz, la aspiración desde el gremio es que aquellas mujeres que desarrollen su aprendizaje puedan ingresar a empresas locales: “Tenemos buena relación con varias firmas y la idea es que tengan su trabajo en blanco; que se sume mano de obra femenina, que exista algún cupo”, dijo.

También aclaró que las mujeres pueden desempeñar muchas tareas en una obra, sobre todo aquello que tiene que ver con la parte más fina y los detalles: “Nuestro rubro es aprender y perfeccionarse, es importante que puedan sacar una escuadra, leer planos. Es un aliciente que puedan aprender y desarrollarse, si están en esto es porque les gusta, al margen de que hay necesidad de trabajo”.

Por último, Díaz remarcó la existencia de una “apertura cultural” en este aspecto: “La cabeza no es la misma que hace 20 años, hay compañeras en ciudades grandes que trabajan a la par de compañeros y son una más, y queremos que eso se replique acá”.