En tiempos complicados, donde la pandemia nos mantiene en cuarentena y golpea el bolsillo de todos, una abuela costurera, y jubilada, del popular barrio Roque Sáenz Peña de San Francisco pensó en cómo contribuir a la sociedad en pleno aislamiento y decidió comenzar a fabricar barbijos artesanales.

Se trata de Mirta Contreras (64) que desde su humilde lugar ya aportó una decena de barbijos para Bomberos Voluntarios; y ahora empezó a fabricar para llevar al Hospital. "Los empezamos a hacer con la tela que tenía en mi casa. Me ayudan mis dos hijas, ellas cortan y yo coso", contó Mirta.

Además, señaló que es jubilada, pero realiza trabajos de costura en su casa. "Hago arreglos, coloco cierres, remiendos, ruedos. Me dedico a eso", explicó. 

Cuando Mirta comprendió que la situación del coronavirus era compleja, no lo dudó: "Me propuse, junto con mis hijas, ayudar en lo que haga falta".

Mirta Contreras, la abuela que ayuda a detener el coronavirus

Agradecimiento y más tela

Por el gesto, Bomberos Voluntarios le hicieron llegar su agradecimiento; además le llevaron más tela para contribuir con su labor porque se estaba quedando sin el material. "Mi nieto, Emanuel Possetto es Bombero Voluntario, por eso se contactaron conmigo y vinieron a agradecerme; y a traerme tela", dijo Mirta.

"Los empecé a hacer con fiselina azul y blanca, ahora Bomberos me trajeron fiselina verde", contó entusiasmada. Y agregó: "Lo  hago a la tarde y a la mañana, tomo unos mates y me pongo a coser".

Cuidarse entre todos. "Yo soy diabética e hipertensa, así que no salgo a ningún lado. Tengo una de mis hijas sin trabajo que me hace los mandados, tengo una nieta con problemas en bronquios y mi yerno con problemas en el corazón. Nos cuidamos entre todos", expresó Mirta.

Mirta Contreras, la abuela que ayuda a detener el coronavirus
Por la mañana y por la tarde. Mirta se hace un tiempo todos los días para confeccionar barbijos.

Ayudar al prójimo

Mirta contó que la iniciativa es compartida entre toda la familia, es un gesto que decidieron realizar como ayuda a quienes inevitablemente deben exponerse. "En la familia todos tenemos el mismo pensamiento, el de ayudar al prójimo", señaló.

"Espero que la gente se quede en casa, que haga caso", concluyó.

Falta hilo

Por otro lado, Mirta también indicó que se quedó sin hilo para su máquina, pero se las arregla con lo que tiene. "Pasa que ahora está todo cerrado y no consigo la bobina de hilo blanco para la máquina", explicó.

Además del hilo, la mujer explicó que necesitará más tela para seguir armando barbijos. "Esto va para largo, así que voy a seguir haciendo barbijos", cerró.

Mirta Contreras, la abuela que ayuda a detener el coronavirus
Los barbijos de Mirta Contreras.