Es habitual observar en los diferentes barrios de San Francisco montículos de piedra, arena gruesa y fina, granza, entre otros materiales de construcción desparramados sobre las veredas y las calles, lo que ocasiona molestias a los peatones. Además suelen interferir en los desagües durante los días de lluvia, ocasionando pequeñas lagunas.

Esto fue advertido por el bloque oficialista del Concejo Deliberante, que días atrás presentó un proyecto de resolución para que este tipo de materiales sean transportados y depositados en los domicilios que lo soliciten, contenidos en bolsas.

“De esta manera se evitará el derrame de los mismos y la molestia que le ocasionan a los vecinos, tanto peatones como automovilistas”, fundamentó la concejal Susana Bailetti.

La iniciativa, que fue aprobada por los distintos bloques, será evaluada de manera conjunta con los empresarios de la construcción de nuestra ciudad, para luego poder ponerla en práctica.

La edil sostuvo además que “durante los días de lluvia suelen formarse verdaderos diques en las calles debido a que la disposición de los materiales suelen evitar el normal escurrimiento del agua”. También agregó que esta situación además suele dificultar el trabajo de las máquinas barredoras.

Pese a que acompañaron la iniciativa, desde el bloque Mejor San Francisco cuestionaron al municipio por no ejercer debidamente el poder de policía en estos casos: “Faltó control del municipio; controlar de que una pila de ladrillos, por ejemplo, no se ubique en aquellos lugares donde debe escurrir el agua. Esto fue advertido por nosotros en varios barrios que recorrimos”, señaló Damián Bernarte

Habrá que ver qué opinan desde las empresas que venden materiales para la construcción, porque esto podría generarle un gasto extra al cliente para abonar el costo de las bolsas que seguramente deberán ser reforzadas para poder soportar el peso que tiene la arena o las piedras.