En el taller de panadería de Aprid se amasa de lo lindo. Unas diez personas elaboran una gran variedad de exquisiteces que luego disfruta la comunidad sanfrancisqueña. Y para estas fiestas, el pan dulce y el budín son marca registrada, como lo son, por ejemplo, los alfajores todo el año.

Aprid es un centro educativo terapéutico con integración escolar categorizada. Brinda servicios en el área de educación y salud para la población con discapacidad de la ciudad y también la zona. Además del taller de panadería, existe otro “prelaboral”.

Hacen de todo

Alicia Gagliardo, panadera a cargo del taller, indicó que la actividad es anual, aunque a fines de año se intensifica: “Dependemos de los pedidos, de lo que se vende en la calle”, indicó.

Los productos salen a la calle a través de revendedores que lo solicitan y también de instituciones que hacen campañas para recaudar fondos. También se piden para eventos particulares. Entre las cosas que producen se destacan: alfajores, pastafrolas, galletitas materas, lemon pie, merengadas, tartas de manzana, roscas con crema pastelera, budines y panes dulces.

“La venta es normalmente exitosa. En general se vende bien y tratamos de mejorar cada año y aprender mediante la capacitación”, manifestó Gagliardo.

Trabajadores

Los chicos que asisten al taller son verdaderos operarios. Cumplen un horario de cuatro horas y se rigen por normas estrictas, desde la vestimenta hasta otras cuestiones. Cada uno tiene una tarea asignada y cobran su sueldo.

El taller fue creado en 1994 y está reglamentado por el Ministerio de Trabajo. Se sostiene con lo que se recauda.

Para comprar

Los interesados pueden llegarse al taller para hacer sus pedidos, en Independencia 1457. También se pueden comunicar al teléfono 443853.