Los hermanos comparten muchas cosas, pero Lautaro, Brisa y Thiago Asís llevan en su ADN la misma pasión por las danzas folclóricas, baile y cultura que aprendieron desde muy pequeñitos. Los dos primeros, que son los mayores, no solo se dedican a aprender, sino que levantaron la bandera de la enseñanza hacia otros.

El primer paso en este mundo cultural lo dio “Lauti” (20) cuando una amiga lo invitó a probar qué le parecía bailar en una clase de folclore y así fue que descubrió lo que describe como su nueva pasión. “De a poco me fue gustando y adquirí más conocimientos. Es algo que nunca abandonaría, se ha hecho parte de mí y es algo que amo”, contó en una charla con El Periódico.

Lautaro salió encantado de la clase y con 10 años se unió al staff de la academia “Lunita Tucumana”, donde tuvo como primera profesora a Lilia Flores. Para seguir perfeccionándose también integró el grupo del taller de Frontera que está a cargo de Sonia Aguirre. Ambas mujeres son grandes formadoras de bailarines a uno y otro lado del camino interprovincial.

“Han sido y siguen siendo pilares de mi enseñanza. Estoy actualmente bailando para ambas academias y destaco además el acompañamiento de mis compañeros, que hacen los ensayos más cálidos y felices, haciendo alguna que otra broma y demostrando cada uno su esencia en la danza”, dijo el chico que divide su tiempo con el cursado de la carrera de Enfermería.

En la actualidad Lautaro además de Enfermería estudia para ser profesor en Danzas Folcóricas.
En la actualidad Lautaro además de Enfermería estudia para ser profesor en Danzas Folcóricas.

Lazos familiares

Así como los chicos que asisten a los clubes terminan “contagiando” a sus familias y los siguen a todos lados, los Asís hicieron lo mismo con sus hijos. Jorge y Mariela siempre tuvieron gusto por esta música y la danza solo potenció estos sentimientos.

“En la familia tiene un gran significado el folclore, ellos al verme bailar y la música que ponía en mi hogar creo que fueron contagiándose de esto tan único. Fue así como empezó a participar también mi hermana Brisa, que ha sido siempre mi compañera en la danza y me ha acompañado durante estos años”, agregó Lautaro.

Brisa y Lautaro han estado en infinidad de eventos y cuando después de varios años llegó el más pequeño de la familia, Thiago, lo subieron a este “bondi” folclórico. “A él le gusta muchísimo, sumado a esto mis padres Mariela y Jorge también están aprendiendo, así que digamos que la danza folklórica fue marcada en mi familia”, celebró.

Los primeros en apoyarlos a los hermanos fueron sus papás, pero ahora sucede a la inversa y son los chicos los que terminaron impulsándolos a aprender esta danza y encontrar una forma de desconectarse de los quehaceres de la vida diaria. 

Algunos de los chicos del grupo Whipala que asisten a clases en el Sum de barrio San Cayetano.
Algunos de los chicos del grupo Whipala que asisten a clases en el Sum de barrio San Cayetano.

Nueva meta

En la actualidad Lautaro enseña folclore en el salón del Centro Vecinal de barrio San Cayetano. Debutó como profesor el mes de mayo pasado, y aunque todavía no tiene el título (está estudiando el profesorado en Danzas Folklóricas) ya dio sus primeros pasos y a su grupo lo denominó "Whipala".

“Se ha formado el grupo de adultos, jóvenes y niños. Estoy feliz de ver bailar a todos mis alumnos y crecer día a día como bailarines, aprecio su empeño, la pasión y el corazón que despliegan en cada ensayo, estoy súper orgulloso de ellos”, expresó con alegría.

Si bien no está en las clases día a día, su hermana Brisa le ayuda en esta nueva experiencia que inició.

“Con mi hermana somos muy unidos, compartimos la misma carrera de Enfermería y la danza. Siempre valoraré que estuvo en mis pasos ayudándome y siempre acompañando en cada momento de mi vida”, señaló emocionado.

En cuanto a las características de sus alumnos del taller consideró que “son un grupo muy variado y hay una gran unión entre todos”. Y subrayó que lo que más le interesa es transmitir la importancia que tienen las tradiciones nacionales y fomentar valores como el compañerismo, esfuerzo y tenacidad para todo en la vida.