“Quédense todos muy tranquilos porque es decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación cumplir con la responsabilidad que le ha dado la Constitución, en ser cabeza de un poder del Estado, de defender la Constitución cuando así sea necesario, con equilibrio, independencia y la honestidad intelectual que nos ha caracterizado hasta ahora”.

Dicho en un tono sereno pero firme, el compromiso del presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, tradujo la decisión adoptada ayer por el máximo tribunal ante la media docena de proyectos de ley enviados por la presidenta Cristina Fernández para “democratizar” el Poder Judicial.

La toma de posición estuvo seguida por una fuerte señal política de la propia Corte: su Centro de Información Judicial difundió una carta con un firme respaldo del papa Francisco a Lorenzetti y al conjunto del Poder Judicial, que la Nunciatura Apostólica en el país (la embajada del Vaticano) le había hecho llegar el último viernes.

 

Lorenzetti se encargó de explicar (“en representación del tribunal”) que la reforma judicial impulsada por la Casa Rosada no había sido considerada por los siete integrantes de la Corte en su habitual reunión de los martes, sino que por decisión unánime acordaron no opinar sobre los polémicos proyectos: “Tenemos que ser respetuosos de la institucionalidad; esta es una iniciativa del Poder Ejecutivo y el Congreso debe discutir las leyes”, justificó, tras dar por segura la judicialización de alguna o de todas las reformas, ante lo cual “la Corte tendrá que opinar”.

El auditorio al que se dirigió Lorenzetti al presentar el Plan Nacional de Capacitación Judicial estuvo conformado por camaristas, jueces federales (María Servini de Cubría, Julián Ercolini, Rodolfo Canicoba Corral, entre ellos), integrantes del Consejo de la Magistratura, fiscales y funcionarios judiciales (presente el sindicalista Julio Piumato), que llenaron la Sala de Audiencias del cuarto piso de Tribunales junto a los jueces de fueros federales de 10 ciudades del interior, entre estas Córdoba, conectados por videoconferencia.