La Luna, durante unas horas de la noche de mañana y en su punto más cercano a la tierra, iniciará un eclipse total que la dejará teñida de un color rojizo, ofreciendo una de los imágenes más espectaculares de la naturaleza. Pero además, aquellos que se queden hasta el final del evento podrán observar algo llamado "Súper Luna". Se trata de un satélite más grande de lo normal por el efecto de su cercanía. En concreto, se verá un 14% más grande y un 30% más brillante que la Luna llena normal.
 
En el Observatorio Astronómico, que funciona en dependencias de la Facultad Regional San Francisco de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el eclipse se podrá observar. Se iniciará aproximadamente a las 21, será máximo a las 23.30 y terminará a las 2. Por tal razón, la entidad abrirá sus puertas especialmente el domingo 27, desde las 21 y hasta la medianoche, más allá de los encuentros habituales de los miércoles y viernes de 20 a 22.

El fenómeno 
En resumen, lo que ocurre es que la Luna desaparecerá de nuestra vista, privada de los rayos solares y reaparecerá teñida de rojo, por eso se le llama "luna sangrante" o luna de sangre. "Es interesante porque el color de la Luna dependerá del estado de la atmósfera terrestre. Si está cargada de partículas, debido por ejemplo a la contaminación, los rayos rojos también serán refractados y no alcanzarán la Luna", precisó Pascal Descamps, astrónomo del Observatorio de París.
 
La "luna de sangre" será completamente visible desde América del Sur, América Central, el este de América del Norte, Europa al este de Alemania y el noroeste de África. En Argentina, el inicio del eclipse penumbral será a las 21:12 y se podrá disfrutar por igual en todas las provincias. El fenómeno parcial se espera para las 22:07. Sin embargo, astrónomos precisaron que el máximo eclipse ocurrirá a las 23:47 cuando la luna esté a una altitud de 51° y terminará a las 02:22.
 
El fenómeno será el cuarto y último de la tétrada, lo que cumpliría con la profecía bíblica del apocalipsis o fin del mundo, algo que ya genera miedo en alguno y debate en otros. La última vez que este extraño posicionamiento de los tres cuerpos celestes (el sol, la tierra y la Luna) tuvo lugar fue en 1982.