La tormenta de Santa Rosa, que suele esperarse días antes o días después al 30 de agosto, se hace esperar. De acuerdo al pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional, por lo menos hasta esa fecha se esperan jornadas con cielo despejado o parcialmente nublado, pero no asoman lluvias ni tormentas.

"Hasta ahora los pronósticos de largo plazo no muestran absolutamente nada. El día de Santa Rosa es el 30 de agosto pero el dicho popular dice 'más-menos seis meses' que pueda ocurrir", afirmó Roberto Bohn, jefe de la Estación Meteorológica y Climatológica de la UTN San Francisco, dando a entender que no es un fenómeno que tenga la regularidad que el imaginario popular le atribuye.

De acuerdo a Bohn, la fecha coincide con una variación de los parámetros meteorológicos. "Hay veces que se da algo cerca de la fecha y hay veces que no se da. Ya entra más calor, ya debería haber alguna tormenta. Sería una de las primeras tormentas después del invierno. Por ahí puede coincidir y se la puede llamar como de Santa Rosa", sostuvo.

Bohn afirmó que "es difícil" predecirlo: "Este año está siendo un año de sequía, no hay movimientos de masas de aire. Hay siempre muy alta presión presente desde hace varios meses, lo que evita la circulación de distintas masas de aire. principalmente las bajas presiones que vengan de la Antártida, del sur, que traigan humedad, lluvias y probabilidades de tormenta, eso está frenado. Hay una situación meteorológica que hace que haya mucho sol y que no haya nubes, por eso es difícil predecir que ocurra algo".

Lo que suele suceder, según explicó Bohn, es que meteorológicamente esta época coincide con el ingreso de los primeros calores y con el movimiento de masas de aire. "Suele ocurrir, pero no siempre, algo del lluvia. No hace falta que sea tormenta eléctrica. Pero por ahora no hay nada, no se ve en el horizonte meteorológico", apuntó.

Seguidamente, agregó: "Para el 30 de agosto no hay nada pronosticado todavía, ni tampoco creo que haya tanta variación para que se genere una tormenta. Pueden errarle a 10 días, pero no tanto. Hay que ver qué ocurre durante septiembre. A lo mejor unos días después ocurren los primeros fenómenos meteorológicos,  pero para la fecha no hay nada previsto".

Sobre el final, insistió: "Es un mito la tormenta de Santa Rosa. Hay veces que meteorológicamente coincide porque pueden llegar a ocurrir por cambios en la meteorología, pero hay veces que no".

La creencia

La tormenta de Santa Rosa es una expresión que se utiliza para designar una tormenta que se espera que se desarrolle en el sudoeste de América del Sur entre los cinco días anteriores y los cinco días posteriores al 30 de agosto, fecha de la festividad católica de Santa Rosa de Lima, santa patrona de las Américas.

La expresión tiene su origen en una leyenda que atribuyó a los poderes místicos de Isabel Flores de Oliva una fuerte tormenta que impidió que piratas holandeses atacaran la ciudad peruana de Lima, si bien lo que sucedió fue que el capitán holandés falleció súbitamente causando que sus adláteres abandonaran el intento.

Según los meteorólogos, el evento no tiene la regularidad que el imaginario popular le atribuye, e imputan su ocurrencia al choque de las primeras masas de aire cálido que comienzan a incidir sobre los frentes fríos al acercarse la primavera.