La exportación de vino cayó 23%, arrastrada por el derrumbe a granel
La exportación de vino cayó 23%, arrastrada por el derrumbe a granel
La fuerte caída de la venta de vino a granel, que acumuló una baja de 52,2% a mayo, impulsó una disminución general en la exportación de la bebida nacional argentina, que mostró un retroceso de 23,5% en litros en los primeros cinco meses del año, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) difundidos ayer. Sin embargo, mayo trajo a las bodegas algunos datos alentadores. Volvió a crecer la exportación de vino en botella –que había registrado caídas leves–, en parte gracias a la recuperación de los despachos a Brasil.Ese destino había mostrado un derrumbe de 19% en litros a marzo, que se sumó al 17% de baja durante 2012. Pero las mejores ventas en abril y mayo compensaron esas bajas y, en los primeros cinco meses, las ventas a Brasil se redujeron apenas 1,4% en litros y 2,4% en valor, según la consultora Caucasia Wine Thinking. Así, las botellas argentinas vendidas a todo el mundo acumulan un alza de 1,3% en litros, a 73,8 millones, y un 4,2% en valor, a u$s 306,38 millones. “A fines de 2012, Brasil fijó un mínimo de 25% de presencia de vinos brasileños en las góndolas de supermercados, lo que afectó a la oferta de otros países.
De ser el 3º destino para los vinos argentinos, cayó al 7º en diciembre. Pero la medida es difícil de auditar y cumplir y, de a poco, se volvió a ganar presencia. En mayo, Brasil fue el 3º destino argentino, se notó la recuperación”, explicó a El Cronista Guillermo García, presidente del INV, organismo que regula a la vitivinicultura argentina, bajo la órbita del Ministerio de Agricultura de la Nación. “
En la mejora general se nota la recuperación a Brasil”, destacó Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, una de las cámaras del sector. “El año pasado las ventas a ese país habían sido afectadas por las licencias no automáticas, pero eso ya se regularizó. Deberíamos estar mejor; por la cercanía y tamaño del mercado, más bodegas pequeñas y medianas tendrían que vender más en Brasil. Pero se ven afectadas por la pérdida de competitividad. Hasta 2008, el tipo de cambio acompañaba en parte a la devaluación. Pero en 2011 y 2012 no lo hizo. Recién este año comienza a verse una cierta equiparación entre tipo de cambio y alza de costos. Nosotros no pedimos devaluación, lo que nos preocupa es la inflación. Pero el ajuste en el tipo de cambio ayuda un poco a que no crezca tanto la pérdida de competitividad, mientras el aumento de costos continúa”, comentó Pina. Con respecto a la fuerte caída registrada en ventas de vino a granel, tanto desde el INV como de Bodegas de Argentina coincidieron en que es impulsada por dos factores. El año pasado, los despachos de vino a granel habían trepado 54% en litros y 58% en valor, en gran parte por la fuerte demanda de moscato de Estados Unidos, que no volvió a repetirse este año.“ Además, el resto de vino a granel fue afectado por la inflación; hay otros orígenes más competitivos, como Chile o España, que está vendiendo a precios muy bajos y recibe ayudas de la Unión Europea. Así se complica más competir”, aseguró Pina.
De ser el 3º destino para los vinos argentinos, cayó al 7º en diciembre. Pero la medida es difícil de auditar y cumplir y, de a poco, se volvió a ganar presencia. En mayo, Brasil fue el 3º destino argentino, se notó la recuperación”, explicó a El Cronista Guillermo García, presidente del INV, organismo que regula a la vitivinicultura argentina, bajo la órbita del Ministerio de Agricultura de la Nación. “
En la mejora general se nota la recuperación a Brasil”, destacó Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, una de las cámaras del sector. “El año pasado las ventas a ese país habían sido afectadas por las licencias no automáticas, pero eso ya se regularizó. Deberíamos estar mejor; por la cercanía y tamaño del mercado, más bodegas pequeñas y medianas tendrían que vender más en Brasil. Pero se ven afectadas por la pérdida de competitividad. Hasta 2008, el tipo de cambio acompañaba en parte a la devaluación. Pero en 2011 y 2012 no lo hizo. Recién este año comienza a verse una cierta equiparación entre tipo de cambio y alza de costos. Nosotros no pedimos devaluación, lo que nos preocupa es la inflación. Pero el ajuste en el tipo de cambio ayuda un poco a que no crezca tanto la pérdida de competitividad, mientras el aumento de costos continúa”, comentó Pina. Con respecto a la fuerte caída registrada en ventas de vino a granel, tanto desde el INV como de Bodegas de Argentina coincidieron en que es impulsada por dos factores. El año pasado, los despachos de vino a granel habían trepado 54% en litros y 58% en valor, en gran parte por la fuerte demanda de moscato de Estados Unidos, que no volvió a repetirse este año.“ Además, el resto de vino a granel fue afectado por la inflación; hay otros orígenes más competitivos, como Chile o España, que está vendiendo a precios muy bajos y recibe ayudas de la Unión Europea. Así se complica más competir”, aseguró Pina.