El deterioro fue lento y silencioso, pese a que a lo largo de estas últimas dos décadas algunas voces se alzaron alertando sobre el abandono del edificio de la ex estación del Ferrocarril Mitre, el más antiguo en pie en la actualidad, inaugurado en el año 1891.

La estación recibía a los pasajeros de tren que hacían el trayecto Buenos Aires-Rosario-San Jorge-Esmeralda-San Francisco-Morteros.

El historiador local José Alberto Navarro –ya fallecido- contó en una oportunidad que desde este lugar el fundador de San Francisco, Bernardo Iturraspe, realizó su último viaje a Buenos Aires en 1906. Poco tiempo después falleció víctima de su enfermedad.

El escritor detalló que Iturraspe arribó en un carruaje hasta el lugar, se bajó sin ayuda de nadie –pese a que se la ofrecieron- y con mucho esfuerzo llegó estoico al andén donde tomó el tren. Hoy ese lugar está en desuso, olvidado y según sostienen con serio riesgo de derrumbarse.

Pese a que por ordenanza forma parte del patrimonio arquitectónico de San Francisco, viendo el edificio eso suena a un rótulo, que lejos está de la realidad. Encima, el violento temporal de diciembre del año pasado lastimó aún más el inmueble que tiene ahora una parte apuntalada, otra con fisuras en las paredes y un sector sin techo por la voladura de chapas. Además, el galpón que funcionó como salón de máquinas a su lado se perdió a causa del feroz viento de esa madrugada.

La estación Mitre, entre el riesgo de derrumbe y las buenas intenciones

Recuperarlo

Este sábado, desde las 9 y hasta la tarde noche, distintas organizaciones de la ciudad se juntarán en el predio para iniciar una restauración. Aunque sea mínima.

Alberto Orellano, de la murga La Estación, contó a El Periódico que organizaron una “minga” con el objetivo de visibilizar el estado de la estación y hacer, dentro de lo posible, una especie de restauración.

“Decidimos hacer una minga que en quichua significa hacer trabajo solidario y cooperativo. Empezamos a buscar herramientas, pinturas y artistas que intervengan en el andén; nos largamos en la idea de salvar lo que está y visualizar que se puede caer”, afirmó.

Orellano sostuvo que “recuperarlo es muy costoso, pero hay ejemplos buenos. Me emocioné cuando llegaba a Sunchales los otros días el tren, que es la misma estación que la nuestra, de estilo inglés”, comparó.

Durante el día se harán trabajos de limpieza, lo que se pueda apuntalar en materia edilicia y por la tarde se realizarán espectáculos.

Es loable la iniciativa de las murgas, espacios culturales como Somos Viento, la Red de Cultura Comunitaria del Este y Pro Riel, entre otros, de trabajar desinteresadamente en su recuperación. Sin embargo, las autoridades provinciales y municipales también tienen que hacer su aporte en pos de recuperar parte de nuestra gran historia.