La Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional San Francisco se vistió de gala este jueves al llevarse a cabo el acto de cambio de abanderado y escoltas con motivo del Día de la Bandera. Con orgullo y emoción, los abanderados salientes entregaron el legado a los flamantes portadores, en una ceremonia cargada de simbolismo y significado.

La Bandera quedó en manos de Bruno Chiabrando, mientras que los nuevos escoltas nombrados fueron Guido Melano, Carlos Cerutti, Lucrecia Martínez, Paloma Rodríguez y Lucio Bea Chiavassa.

Para ser galardonados se confeccionó un orden de mérito en el que se consideró el promedio general de las materias aprobadas, el número de aprobaciones y la cantidad de aplazos, así como las cualidades personales.

Bruno Chiabrando, estudiante de Ingeniería Electrónica, obtuvo un promedio de 9,20 y recibió la insignia patria de las manos de Antonella Calloni, la abanderada saliente.

La electrónica, los viajes y la música, las pasiones del nuevo abanderado de UTN San Francisco

Recorrido

Bruno realizó la primaria en el Instituto San Francisco de Asís. En la secundaria se empezó a interesar en la electrónica, entonces decidió ir a la reconocida “Escuela del Trabajo”.

“Ahí di mis primeros pasos en la electrónica, me gustó mucho y por eso una vez recibido de técnico electrónico decidí seguir y me inscribí en la universidad para empezar la carrera de Ingeniería Electrónica y acá estoy”, contó minutos después de finalizado el acto.

Probablemente, su pasión por la ingeniería haya sido contagiada por su familia: su papá y su tío son docentes, el primero en la propia UTN y el segundo en el IPET Nº 50.

“Siempre están esos parentescos que te llevan y había algo que me llamaba por la Electrónica. Y cuando la empecé a descubrir un poco en la secundaria me gustó mucho, entonces seguí por ese camino”, contó Chiabrando, que llegó a ser escolta.

Pasando música

Además de estudiar, el joven se desempeña como DJ pasando música. “Por suerte siempre me fue bien. Nunca di mucho para ser abanderado, la verdad que yo solo hacía la carrera y no sacrifiqué nada. De hecho soy DJ, todos los fines de semana estoy poniendo música. Nunca un finde me vas a encontrar estudiando (risas) pero se fue dando y por suerte me resulta fácil y me va bien”, dijo.

Además de este oficio, pese a no ser graduado aun, trabajó por dos años como ingeniero, pero dejó de hacerlo porque decidió irse hacia Estados Unidos por tres temporadas de verano. “Nunca me privé de nada por llegar a terminar la carrera, pero por suerte siempre la pude llevar al día y me va muy bien”, aseguró.

La bandera, felicidad familiar

Según contó Bruno, la noticia de llevar la bandera de ahora en más puso feliz a toda la familia: “Mi familia se emocionó mucho, es un orgullo muy grande para mis viejos. Además, uno de mis mejores amigos salió elegido escolta y nuestros viejos también son amigos, entonces estaban ahí los dos, nos miraban; es muy emotivo, los dos se recibieron acá también”, cerró.