Una serie de hechos violentos hacia el personal de salud del Hospital Iturraspe ocurridos recientemente, pero que no son para nada nuevos, despertó el reclamo de los trabajadores del nosocomio público que no solo piden algo más de seguridad sino también que quienes llegan al lugar con alguna afección, como sus familiares, no tengan conductas agresivas hacia ellos.

“Uno ya está acostumbrado, por cualquier cosa recibís un insulto”, dice casi resignado a El Periódico uno de los médicos de guardia, Marcelo Musso.

El pasado fin de semana, una colega fue agredida físicamente, siendo este episodio la gota que rebasó el vaso: “No es la primera vez que pasa. Desde hace tiempo a esta parte, desde la pandemia, es muy común que tengamos episodios de gente que se pone violenta. Hay algunas personas que llegan intoxicadas con droga o alcohol y están muy alteradas y el umbral de respuesta es más bajo y reaccionan a cualquier cosa que sea contradictorio a lo que quieren”, explicó Musso.

El médico generalista y laboral señaló que las autoridades del nosocomio saben de esta situación y que han trabajado en reforzar la seguridad: “También hacen lo que pueden las autoridades, todo significa más dinero y personal”.

Mucha demanda

Musso explicó que actualmente el hospital realiza mucha atención primaria, lo que debería evacuarse sobre todo en dispensarios barriales y la Asistencia Pública: “Por alguna razón también está viniendo mucha gente al hospital. En un día común se pueden ver 140 pacientes por guardia”, indicó. Se trata de un 30 por ciento más de adultos atendidos en la guardia que en la prepandemia, a los que se le suman unos 60 diarios de pediatría.

“Uno trata de apurarse, pero es una realidad que los pacientes deben ser admitidos por un sistema que depende de Córdoba y los fines de semana las personas que lo manejan tardan en hacerlo. Si el médico lo atiende sin ese trámite no puede pedirle una placa o un análisis de laboratorio y no es la forma correcta”, expresó y agregó: “Eso crea demora en la atención y es muy común, cada vez más, que la gente se ponga violenta por eso”.

Otra situación que notan desde el Iturraspe es que muchos pacientes que se atendían en la parte privada terminan yendo a la pública actualmente creándose un “cuello de botella” en la atención. Mucho tiene que ver el cobro del coseguro médico. 

Más seguridad

Según datos del Consejo Médico de la Provincia de Córdoba, en 2016 hubo alrededor de 10 casos denunciados de maltrato al personal médico. Actualmente se registran entre dos y tres por semana.

Aunque existe un efectivo policial de guardia en el edificio, los médicos entienden que no es suficiente ante la dimensión del lugar y la cantidad de personas que se recibe a diario.

“La dirección gestiona, pero es un adicional más y hay que pagarlo y a veces es más importante usar el dinero para medicamentos. Pero consideramos que debe ser reforzada la seguridad”, remarcó.

Musso recalcó la sensación de desprotección que puede llegar a tener el personal en algunos momentos: “Puede pasar que alguien enojado tenga un arma de fuego o blanca y reaccione de la peor manera ante el nivel de violencia que existe. Entendemos que además hay una situación socioeconómica cada vez más complicada, hay más frustración y la gente se vuelve más demandante. Pero tienen que saber que el personal del hospital hace lo más que se puede”, cerró.