“Se vende”. En los últimos meses se multiplicaron los carteles que ponen en venta viviendas en distintos sectores de la ciudad, sin embargo desde el sector inmobiliario reconocen que la concreción de negocios es mínima y que se agudizó por a la incertidumbre económica y por la desconfianza hacia los créditos hipotecarios.

En San Francisco hay una oferta interesante de viviendas en venta, que se instaló tras el lanzamiento de los créditos hipotecarios. Aunque no se registró una baja en los precios, desde las inmobiliarias aseguran que las operaciones se terminan concretando a un valor menor de lo que se está pidiendo en el mercado, porque los propietarios quieren vender. Pero hay excepciones.

Una casa estándar en San Francisco cuesta actualmente entre 80.000 y 100.000 dólares- entre $3.520.000 y $ 4.400.000- según informaron agentes inmobiliarios consultados por El Periódico. Sin embargo, en los últimos meses los negocios que se registraron fueron por inmuebles que rondaban los 40.000 dólares, mientras que las viviendas más caras continúan esperando compradores, de allí que se multiplican la cantidad de carteles al aguardo de ser retirados por futuros propietarios. 

Mercado estancado

Los agentes inmobiliarios coincidieron en que existen muchas consultas por viviendas, aunque la venta de casas bajó comparando con el año pasado.

“Es una realidad que se está vendiendo menos, el problema reside en que los propietarios de las viviendas piden por su inmuebles la misma cantidad de dólares que antes, es decir, si alguien compró una propiedad con el dólar a 18 pesos, con la devaluación ya resulta difícil lograr venderla. Los dueños quieren recuperar los mismos dólares de su inversión y hoy se hace imposible”, explicó el propietario inmobiliario Franco Macagno.  “Como para darte un ejemplo-añadió- con un dólar a 20 pesos se vendían dos o tres casas por mes, en la actualidad se puede llegar a vender una cada dos meses”.

La baja en las ventas de inmuebles también se explica en la gran desconfianza que generaron los créditos hipotecarios UVA, cuya cuota se ajusta a la inflación. “Desde que saltó el dólar, quedaron algunos créditos pero la gente dejó de tomarlos. Es más, aquellos que consultan por viviendas y tienen créditos hipotecarios es muy poca y los montos que les otorgan en pesos son bajos para los precios del mercado actual”, sostuvo Macagno.

“Se desplomaron los créditos”

En este sentido, Gustavo Previtera de Inmobiliaria Premium, recordó que los créditos UVA surgieron allá por el 2016 como una opción alcanzable para llegar a la vivienda propia con plazos de hasta 30 años y cuotas similares a la de un alquiler. “Sin embargo por la escalada de la inflación durante 2018 y la fuerte devaluación del peso los deudores se vieron afectados por un mayor impacto de la cuota en su salario y la demanda de este tipo de hipotecas se desplomó. La estabilidad del tipo de cambio, las señales de que la inflación comienza a ir a la baja y la recuperación paulatina de los salarios son tres factores que se están alineando nuevamente. Pero la última inestabilidad del tipo de cambio generó una caída de los créditos hipotecarios”, explicó.

Respecto a la cantidad de propiedades en venta manifestó que dos factores empujan esta situación: “La baja del costo de la construcción y la menor demanda debido a la retracción de la oferta de créditos hipotecarios. En este marco, la expectativa es que bajen los precios, pero no se puede definir con exactitud en qué porcentaje”.

“Mientras las tasas de interés estén arriba del 50% va a ser difícil que los inversores opten por resguardar sus ahorros en ladrillos, pero esta realidad considero que no va a perdurar por mucho tiempo más, por lo que creo que se va a volver a activar el sector inmobiliario”, se esperanzó.