"Tenemos que cuidarnos entre nosotros porque a los demás no les importamos, sólo somos un negocio y eso debería terminar", sostiene Micaela, en la primera entrevista que da luego de haber estado en coma farmacológico y con asistencia respiratoria mecánica en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Fernández, durante más de una semana.

De la madrugada del 16 de abril en Costa Salguero, recuerda que "una chica de Bahía Blanca me encontró tirada y me ayudó. Ella llamó a la ambulancia", cuenta y deja saber: "Después tuve la oportunidad de agradecerle por contenerme y no abandonarme. Le debo la posibilidad de haberme salvado".

De la fiesta electrónica, solo se acuerda partes, afirma que en el ingreso no le pidieron mostrar el documento ni la revisaron, y que adentro había mucha gente y nada de ventilación. A pesar de esto, "no pensé que algo así me podía pasar", admite, y si bien no quiere hablar de lo que tomó, rescata: "No hay que confiar tanto".

(Fuente: Minuto Uno)