Guillermo Pérez: el técnico que enseña fútbol y valores en Deportivo Sebastián
En un Nacional que marcó el fin de una etapa, el entrenador enseñó a sus chicos que el triunfo no está solo en los resultados, sino en la unión, el esfuerzo y la gratitud.
En una noche cargada de emociones, la categoría 2012 del Club Deportivo Sebastián enfrentó días atrás su último partido juntos en el Nacional de Baby Fútbol. Aquella jornada marcó un cierre para un grupo de chicos que compartió años de alegrías, aprendizajes y mucho esfuerzo. Perder ante Belgrano en cuartos de final de un torneo tan significativo fue duro. Pero no fue lo que definió el final.
Lo que quedó grabado en la memoria de los pibes fueron las palabras de Guillermo Pérez, su técnico, quien se encargó de recordarles lo que realmente importaba: resistir y agradecer.
“Soy maestro de primaria, también fui arquero porque me apasiona atajar. Durante ocho años estuve en el cuerpo técnico de esta categoría junto a Fabricio Escovedo y Claudio Vaudagna, el preparador físico. Fue un camino de aprendizaje constante para todos, no solo para los chicos”, cuenta Guillermo, un docente que entiende el deporte como una herramienta de formación integral.
Con una metodología que combinó lo técnico y lo humano, el equipo trabajó desde la base con objetivos claros. “Al principio, nos enfocamos en juegos, en la conformación del grupo y en las reglas básicas. Después, avanzamos hacia cuestiones técnicas, mentales y tácticas, siempre respetando el proceso de cada chico. Pero también los acompañamos en espacios extradeportivos, porque primero son niños y personas, y luego jugadores”, reflexionó el técnico.
Una despedida que dejó huella
En los últimos minutos del partido, cuando los chicos ya no podían ocultar el cansancio ni las lágrimas, Guillermo se aseguró de mantener vivo el espíritu colectivo. “A pesar de la derrota, me llenó el alma verlos dar la cara. Mi responsabilidad era hacer valer todo el proceso y recordarles que lo importante era que estaban juntos”, afirmó con orgullo.
“Les dije que me hicieron muy feliz y que estaba orgulloso de cada uno. Pero, sobre todo, les repetí mil veces: gracias”, recordó sobre ese momento.
Enseñanzas que trascienden la cancha
Para Guillermo, el fútbol infantil es mucho más que una actividad deportiva. “Es un refugio, un lugar de encuentro para las familias, un trampolín de oportunidades. En este contexto, noté que puede ser un espacio de verdadera equidad y libertad”, aseguró.
“Ellos me enseñaron a seguir tocando al frente, a levantarme y continuar a pesar de las adversidades. Estos ocho años no siempre fueron fáciles, pero los chicos me mostraron la importancia de luchar y disfrutar”, declaró el profesor acerca de las lecciones que él también aprendió.
El mensaje final
Como cierre, en un mensaje dirigido a otros técnicos y padres, Guillermo no dudó en resaltar la importancia de respetar los procesos. “Primero, debemos notar la diferencia entre el fútbol de adultos y el fútbol infantil formativo. Segundo, es muy importante el valor de la construcción colectiva reconociendo y potenciando las particularidades de cada chico. Ojalá se logre que los éxitos se valoren y reconozcan por encima de los resultados", consideró.
El equipo de la 2012 de Deportivo Sebastián no solo cerró una etapa, también se llevó consigo un legado que trascenderá cualquier límite de cancha. Y en el centro de esa historia y ese recuerdo, está “el profe Guille”, el que les enseñó a resistir, levantar la cabeza, soñar y, sobre todo, a agradecer.