Probablemente el humo del cigarrillo que fuman los porteños sea más dañino del que fuman los sanfrancisqueños. Quizás existe algún estudio científico que así lo determine. O simplemente, en la ciudad de Buenos Aires vieron como un problema grave que, en la zona de juegos infantiles de plazas y paseos, donde hay niños divirtiéndose, haya gente fumando y tirando las colillas de sus puchos, por ejemplo, en el arenero que suele haber debajo del tobogán.

La iniciativa porteña fue del diputado Guillermo González Heredia (Vamos Juntos), quien buscaba evitar la presencia de fumadores sólo en los lugares de juego y no en todo el espacio público en cuestión, proponiendo una "franja de amortiguación, no menor a tres metros de ancho desde el perímetro exterior de los patios de juego, a partir de la cual no se podrá fumar". En el recinto fue aprobada en general casi sin rechazos, pero uno de sus artículos, el referente a las penas, mereció nutrido debate.

En San Francisco solo se presentó

En el mes de mayo de 2018, la concejal de Cambiemos, Paola Colombano, presentó una iniciativa similar para San Francisco. En su caso la denominó “Espacios libres de humo de tabaco”, cuya finalidad era la regulación del consumo del tabaco en los espacios verdes de recreación pública (plazas, parques, ciclovías) de toda la ciudad.

Colombano habló de la necesidad de prohibir que se fume en “las áreas o zonas de juego para niños o lugares acondicionados y destinados específicamente para el juego y esparcimiento de menores”. También pedía la instalación, en los cestos de basura públicos, de ceniceros de metal con arena o piedras para desechar colillas de cigarrillos.

En uno de los artículos, la edil llamó a crear una Unidad de Multa Antitabaco (con el precio de la etiqueta de cigarrillos más costosa en el mercado) para determinar la multa a quienes no cumplan con la regulación.

Asimismo, Colombano explicó que el dinero recaudado por las sanciones de ordenanza, en caso de aprobarse, sería destinado a al mantenimiento y/o colocación de juegos en las plazas públicas o lugares de recreación, entre otras cosas.

La concejal de nuestra ciudad contó a El Periódico que la iniciativa surgió tras observar en varias oportunidades en las zonas de juego gente fumando mientras había niños alrededor: “Se buscaba proteger a los niños de la exposición eventual como fumadores pasivos, de que jueguen en un ámbito sin colillas de cigarrillos y evitar también accidentes que pudieran tener por quemaduras”, indicó y aclaró: “El combate al tabaco implica un cambio cultural y eso lleva tiempo, pero son cosas que hay que hacer”.

Si bien el proyecto de ordenanza llegó al recinto, este quedó en comisión para ser debatido. Sin embargo, informó Colombano, eso nunca ocurrió. Ahora, ante la aprobación en la ciudad de Buenos Aires de esta norma, la edil confirmó que en los próximos 15 días volverá a llevar a debate su iniciativa.