La calle Vicente Mansilla está ubicada en la zona norte de la ciudad, en barrio Parque. Se extiende desde Dominga Cullen hasta Dante Agodino. Fue nominada el 22 de abril de 1997 durante la intendencia de Jorge Luis Bucco.

Vicente Ovidio Mansilla (1952-1991) Fue secretario general del SUOEM durante ocho años. Fue, además, secretario general adjunto, y, a partir de 1989, titular de la mesa directiva de la CGT regional. Se desempeñó también como directivo y presidente del Club Iturraspe.

Nació en San Francisco el 19 de julio de 1952. Hijo de Eduardo Ovidio Mansilla y Clara Rosa Rodríguez. Casado con Analía Anahí del Valle Mansilla, tuvo tres hijos. Cursó sus estudios primarios en la escuela Hipólito Irigoyen, tras lo cual se incorporó como alumno de la escuela Emilio F. Olmos, donde se capacitó como electricista.

Desde joven vivió en el barrio del Hospital e integró los equipos de fútbol del Club Iturraspe, del que también fue su presidente, etapa en la que Mansilla desplegó una efectiva labor, que incluyó la compra de terrenos para la instalación de un campo de deportes. En 1980 ingresó a la municipalidad local como electricista, y en 1983 asumió el cargo de delegado normalizador del gremio, proceso que finalizó en 1985, cuando fue elegido secretario general del SUOEM. A partir de 1989, Mansilla gozó de licencia gremial.

Proveniente de una familia de humilde condición económica, acentuó en su accionar las cuestiones de carácter social. Reorganizó y transformó el gremio municipal, otorgándole jerarquía institucional. No solo trabajó por el mejoramiento de los sueldos de sus representados, sino que también se preocupó por su seguridad personal y condiciones laborales. Pugnó permanentemente por la actualización del escalafón municipal y gestionó la personería gremial del sindicato.

Asimismo, impulsó la construcción de viviendas para los afiliados y adquirió los terrenos para la instalación del camping en la zona noroeste de la ciudad, cuyo proyecto integral llegó a conocer, incluso fue testigo de los primeros trabajos de mejoramiento del predio.

Era una persona de fuertes convicciones, emprendedora y decidida, generosa y espontánea por naturaleza, sagaz en las mesas de negociaciones a la hora de defender una conquista o reclamar por una nueva.

Trabajó con tesón por preservar la unidad de su gremio, porque entendía que era la única manera de poder gravitar a la hora de las decisiones.

Mansilla falleció el 28 de marzo de 1991, como consecuencia de un accidente automovilístico, en el que también perdieron la vida dos de sus compañeros de lucha: Chávez y Navarrete. Sus restos fueron inhumados en el cementerio local.

Fuente: “El libro de las calles de San Francisco”, de José Alberto Navarro.