Las denuncias por maltrato a la niñez se dispararon de un año a otro. Según datos aportados por el Juzgado de Niñez, Juventud, Violencia Familiar y Penal de San Francisco, se pasó de uno a casi tres niños y adolescentes menores de 18 años maltratados física y psicológicamente de cada diez denuncias realizadas.

El juez Andrés Peretti, a cargo de esa dependencia, indicó que en el caso de la violencia física no se trata de un “simple chirlo o cachetada”.

Entre el 1 de enero y el 28 de abril de este año, al Juzgado ingresaron 360 denuncias de Violencia Familiar y de Género; 85 de ellas tuvieron como víctimas (directas o indirectas) a niñas, niños y adolescentes menores de 18 años.

Andrés Peretti, juez de Niñez, Juventud, Violencia Familiar y Penal de San Francisco.
Andrés Peretti, juez de Niñez, Juventud, Violencia Familiar y Penal de San Francisco.

“Es un porcentaje altísimo y llama mucho la atención”, sostuvo Peretti, quien agregó que empezaron a notar el crecimiento a partir del segundo semestre del año pasado: “Generalmente era un 10 por ciento, 1 de cada 10 casos involucraba a niños y adolescentes en situaciones de violencia directa o indirecta, como alguna discusión muy fuerte entre los padres. Vemos un crecimiento muy fuerte que, casi se triplicó”.

- ¿Qué es lo que dispara estos casos de violencia en menores de 18 años?

- Es multicausal, lo mismo con los mayores. El único momento en que bajó la cantidad de denuncias fue en plena pandemia. En 2020 se generó una situación de miedo, desconcierto, muchas personas víctimas de violencia no sabían si podían caminar por la calle, si los iban a parar, entonces mucha gente dejó de denunciar. Y cuando se abrió fue el momento donde explotó. Además, la pandemia representó esto de que mucha gente se vio obligada a vivir con sus agresores porque no tenían dónde ir y eso generó un caldo de cultivo para lo que fue la violencia.

- ¿Puede decirse que la situación económica es una de las causas más importantes?

- La explicación puede ser multicausal, pero la pandemia tuvo influencia. Hubo muchas actividades cortadas y eso obligó a pasar más tiempo del normal, modificar rutinas, ser más creativos con los chicos en casa varias horas y no todas las personas tuvieron las mismas herramientas para reaccionar a esto y repercutió en la cantidad de casos de violencia. Pero sí hay que tener en cuenta la situación económica, lo notamos en el lugar de entrada de estas denuncias y eso termina disparando e impactando en las estadísticas de nuestro Juzgado.

- ¿En qué tipo de familias suceden estos casos?

- Los casos atraviesan a todos como sociedad, no distingue clases. Lo cultural, social, económico a nosotros nos es indiferente. No es una cuestión de sectores, sino que nos cruza a todos.

- El caso Lucio Dupuy, el niño de cinco años que murió en La Pampa a raíz de las heridas recibidas por su madre y su pareja, motivó que se disparen a nivel nacional las denuncias de maltrato hacia la niñez a fines del año pasado. ¿Ese efecto se dio en San Francisco?

- Cuando se dan este tipo de noticias drásticas, tristes, tienen un efecto en la cantidad de denuncias como sucede con las denuncias vinculadas a violencia familiar, de género y los femicidios. Surge el alarma y se puede observar en las denuncias.

- La Justicia acciona cuando está consumado el caso, suele manifestar el fiscal Bernardo Alberione sobre los casos de abuso sexual infantil: ¿es la prevención lo que está fallando?

- La situación es idéntica. Más del 70 por ciento de los abusos se dan dentro de la familia y es una forma de violencia también. Nos atraviesa de manera estructural, la prevención, la educación, el desempeño y el acompañamiento que necesitamos desde el Poder Judicial es por parte de las políticas públicas. Nosotros no estamos accionando sino reaccionando ante una determinada cuestión y muchas veces por supuesto que es tarde.

- ¿Qué cree que debe mejorar?

- Hay muchas formas de trabajo. Estamos permanentemente tratando de lograr un acompañamiento vinculado a algo interdisciplinario, nosotros tenemos herramientas limitadas como abogados en lo que hace al abordaje de las trabajadoras sociales, la psicología. Podemos tener un conocimiento de tipo práctico pero no un núcleo duro de información y necesitamos encontrarnos permanentemente con psicólogos, trabajadores sociales, educadores para llevar adelante este trabajo. Lo que consideramos que puede ser una muy buena herramienta es una inversión en políticas públicas, particularmente la educación, sobre todo la Educación Sexual Integral (ESI), un gran avance que nos va a permitir un abordaje temprano de lo que es la violencia sexual, los micromachismos y las formas de maltrato vinculadas.

- También tener presencia en el territorio debería ser clave por parte de lo público.

- Es un tema fundamental la territorialidad, tanto la Uder local como la Senaf tienen una cuestión muy vinculada al territorio, el estar presente en sectores más vulnerables de la ciudad para convertirse en referentes de determinadas comunidades y tener llegada y abordaje oportuno. Como Poder Judicial debemos seguir desarrollando las herramientas que contamos para ser más eficientes. Claro que nos manejamos en un marco de ley y muchas veces las medidas que debemos tomar tienen que estar ajustadas a lo que la norma nos dice, pero debemos juzgar con perspectiva de género y entender que distintas situaciones son distintas a otras. Seguir perfeccionándonos, educando, difundir las formas para prevenir y evitar que se den estas situaciones de violencia.

- ¿De dónde nacen las denuncias? ¿El vecino que escucha que algo sucede en su cuadra tiene el compromiso de denunciar?

- La denuncia viene del seno familiar, en menor medida viene por parte de profesionales de la salud. La violencia es un circulo que no para de crecer y es cada vez más grave. Es imposible pensar que una persona que tiene ese tipo de práctica cambie por el mero paso del tiempo. No denunciar como vecino no ayuda, por eso instamos a la sociedad que lo haga y se puede hacer de manera anónima. Pero es una herramienta que se utiliza muy poco. Hay que hacer mea culpa de nuestro lado en el tema difusión. Y de los poderes ejecutivos nacional, provincial y hasta municipal de difundirlo para que se hagan más denuncias.

DÓNDE DENUNCIAR

En San Francisco, las denuncias pueden efectuarse en la Unidad Judicial (Libertador Sur esquina Libertad) y en el Polo de la Mujer (Avellaneda 648), así como también al 0800-888-9898. Todos los sistemas admiten denuncias anónimas.