“Hay menos gente, se nota después de las 10 de la mañana sobre todo. Por la tarde es poco el movimiento”, sostiene un kiosquero cuyo comercio está ubicado en el corazón del bulevar 25 de Mayo.

Y es así, el centro luce vacío durante la semana en gran parte del día. La gente sale por la mañana temprano y hace sus compras o da simplemente una vuelta y mira las ofertas que los negocios, sobre todo de ropa y zapatos, ofrecen actualmente.

En los bancos la actividad se redujo aunque no demasiado. Claro que depende la empresa. Las entidades del centro siguen recibiendo gente que hace filas para realizar algún pago u otro trámite, al menos en la primera quincena.

En el comercio hay dos caras en enero. Una para aquellos negocios de ropa que hacen malabares para vender. Se observan muchas promociones y liquidaciones del 50 por ciento en prendas.

Un mejor rostro se observa en aquellos rubros que hacen cambio de neumáticos, alineación y balanceado de autos, por ejemplo, cuya demanda es superior en esta época debido a que la gente prepara su coche para viajar. Puede costar unos 2000 pesos promedio hacerlo.

Por otra parte, uno de los rubros golpeados es el de los taxis y remises, cuya actividad hasta el momento se redujo un 30 por ciento, explicaron distintos trabajadores del volante.

Quedarse en la pile

Un relevamiento realizado en noviembre del año pasado por este medio, indicaba que crecía cada vez más la tendencia de aquellas familias que prefería ahorrar para tener una pileta en su casa, sea de material o de fibra de vidrio, que irse de vacaciones una semana o 15 días.

“La gente pretende intimidad. Irte de vacaciones 15 días te sale mucho dinero hoy; entonces uno ahorra unos meses o saca un crédito y tiene su pileta de por vida”, destacó Adrián Carabolante, quien se dedica a la construcción de piscinas.