Ni bien llega la época de frío muchas mujeres esperan que se reactive la campaña “Al frío le ponemos corazón”. Se teje todo el año, pero este evento ha adquirido un valor y brillo propio donde se entrelazan muchas historias.

Algunas tejen por oficio, otras porque necesitaban una actividad, a veces solo van de acompañantes y hasta hay debutantes, pero lo más importante es que todas concurren por la finalidad solidaria que tiene este evento organizado por el Consejo Municipal de la Mujer.

Mientras les dan forma a frazadas, gorros, guantes, escarpines, camperas, pulóveres, entre otras prendas disfrutan de la merienda y la música. Al igual que las lanas, eso lo aporta el municipio. Y ellas hacen toda la magia restante.

Cada martes también van quienes son beneficiarios de esta producción y así se conocen quienes dan y quienes reciben. Intercambian sus propias historias, llueven los aplausos y crece la amistad. Eso pasó el martes pasado con la presencia de Romina Guevara y María Rosa Marino, que representaron al Comedor La Virgencita y un ropero comunitario.

Amistad y solidaridad es lo que abunda en el Superdomo cada martes.
Amistad y solidaridad es lo que abunda en el Superdomo cada martes.

Ayuda y urgencias

La situación en Argentina como se conoce es bastante delicada, las familias cada vez más deben recurrir a la ayuda de espacios de contención social para obtener alimentos, ropa de abrigo o saciar otras necesidades.

El termómetro de lo que sucede o muchos imaginan lo manejan estas instituciones comunitarias, que son un nexo que apacigua las cosas, aunque solo un poco.

“Los productos que hacen estas mujeres representan un acto de amor, le ponen amor a lo que hacen y así cumplen su fin. En La Virgencita les replicamos ese amor con lo tejido y lo llevan los recolectores de cartón, familias con recién nacidos, donde muchas veces nos llaman desde el Hospital Iturraspe”, explicó Guevara.

Asimismo, reconoció con pesar que “hay un aumento en las necesidades y determinadas problemáticas”.

“Se notan más las necesidades en problemáticas como el embarazo adolescente, lo pediátrico, donde requieren más ayuda; y hay más gente en la calle por la crisis a nivel nación y los despidos. Es una cuestión que obliga a reinventarse todos los días y nosotros acompañamos a cada situación”, expresó.

Todos los martes una gran cantidad de ropa tejida es realizada por voluntarias en el Superdomo.
Todos los martes una gran cantidad de ropa tejida es realizada por voluntarias en el Superdomo.

En el Sur también

Marino fue reconocida por algunas tejedoras que valoraron el trabajo que realiza como enfermera (igual que Guevara) en el dispensario de barrio Bouchard. Allí es donde nació su idea de crear un ropero comunitario y tomar contacto con las realidades de otros vecinos más allá de la salud.

“Soy la enfermera del dispensario de barrio Bouchard, ahí estoy hace casi 3 años. Tengo un ropero comunitario y este año se incorporó el pedido de calzado, mantas y ropa de invierno. Siempre salgo al barrio a caminar y ver las necesidades. Cuando me contactaron hice hincapié en el calzado y ropa de cama”, dijo a El Periódico.

Sabe que hay muchas familias con adultos sin trabajos fijos y les cuesta cada vez más a fin de mes, por eso el ropero les ayuda mucho. Este espacio está dentro del mismo centro de salud y tiene un grupo especial llamado “Solidaridad” para pedir elementos.

“Lo diferencié para que no se mezclara con el pedido de turnos, cuando me piden trato de ir consiguiendo y entonces ellos pasan por mi casa a retirarlo”, detalló.

El número para pedir que los incorporen a la comunidad de “Solidaridad” en whatsapp es 3564 – 662967 y basta escribirle a María Rosa para acceder.

Entrega

En el último martes de tejido para barrio Parque se fueron 10 frazadas, gorros y pulloveres; en tanto que a Bouchard enviaron 6 frazadas, gorros y chalecos tejidos. La semana entrante se les entregarán a dos instituciones más y así cada martes de la campaña que suele estirarse hasta agosto.

“El Consejo de la Mujer junta todo lo que es de abrigo y se entrega a instituciones de distintos barrios. En esta oportunidad fueron un ropero comunitario encabezado por una enfermera en barrio Bouchard y el comedor La Virgencita de barrio Parque”, indicaron desde la entidad.

El Consejo de la Mujer entregó prendas tejidas a María Rosa y Romina.
El Consejo de la Mujer entregó prendas tejidas a María Rosa y Romina.

Sentido de pertenencia

La labor de todas sigue siendo muy importante porque todo lo que producen va destinado a quienes no pueden garantizar un abrigo para ellos o sus hijos, también sirve como parte de los ajuares, por ejemplo.

Una mujer comentó al pasar que “valía la pena” hacerlo y que la próxima vez ya estaba lista para hacer medias altas de lana. Sabe que el frío se va a recrudecer y así como en el Superdomo ellas están contenidas y calentitas con el tejido quiere hacer lo mismo por otros.

El próximo encuentro será el martes que viene en el Superdomo de 15.30 a 17.30. De nuevo habrá un artista invitado, otra vez se servirá la merienda y las agujas seguirán materializando solidaridad.