Los voluntarios del Grupo Lucía lanzaron una nueva edición de la venta de pan dulce, panettone y budín inglés. La recaudación les sirve para abastecerse de elementos de higiene que proveen a personas que no tienen estos recursos y están internadas en el Hospital J.B. Iturraspe de San Francisco.

Todas las semanas ellas pasan por las diferentes áreas de atención donde tienden estos puentes que a veces son materiales y otras solo de contención espiritual. Son mujeres que en gran mayoría conoce de memoria y podría andar con los ojos cerrados por el Hospital ya que hace más de 20 años colaboran.

El costo de los budines es de 400 pesos, 500 el pan dulce y 600 el panettone. Los productos serán entregados el miércoles 21 de diciembre. Asimismo, siguen recibiendo donaciones de forma permanente ya que advierten que cada vez hay más gente sola siendo atendida en el nosocomio.

Los pedidos de los productos pueden hacerse mediante un mensaje o llamado al teléfono 3564 56-0451 de Elba Rosa Rojas.

Noble labor

En el pequeño espacio que tienen dentro del predio del Hospital estas mujeres guardan ropa donada, tienen bolsos de maternidad listos, elementos de higiene y para tomar una merienda.

“Acá la gente ayuda, nos donan leche, las personas traen ropa, también empresas y la municipalidad de Frontera. Eso sumado a nuestras ventas para Pascua y en Navidad nos sirve para comprar y estuvimos también en otros años del Festival de la Buena Mesa”, comentaron a El Periódico en un descanso de sus recorridas.

Estas señoras pasan por todas las áreas del Hospital sea Clínica Médica, Quirúrgica, Neonatología e incluso Salud Mental. “Hay mucha gente ahora internada de afuera que no tiene nada y tampoco están acompañados a veces”, ejemplificaron sobre esa situación.

Cómo nació el grupo

En 1994 nació en la ciudad una niña llamada Lucía. Estaba en una condición de salud compleja a causa de la microcefalia y posterior meningitis. En 1996 pese a los esfuerzos médicos la chica falleció.

Durante ese tiempo que permaneció internada estuvo en nuestro nosocomio y también en el Hospital Infantil donde su mamá conoció la tarea de un grupo de voluntarios que hacían acompañamiento y asistían a las personas solas en estos casos.

Luego de su pérdida la mamá de Lucía decidió presentar este proyecto en el Hospital y así nació el grupo que lleva el nombre de la pequeña, el cual formalmente inició sus actividades el 4 de diciembre de 1996.