Desde hace un tiempo el fiscal de Delitos Complejos de San Francisco, Bernardo Alberione, junto a la psicóloga social Marisa Martín y estudiante de abogacía y víctima de abuso sexual Milagros Carballo, llevan adelante diferentes tareas de prevención de abuso sexual infantil.

En este marco, el martes pasado participaron del 9° Congreso Regional de Educación desarrollado en la localidad de Morteros, donde brindaron una charla abierta sobre el “Rol de la educación en la prevención del abuso sexual”, en la sala cine de Sociedad Italiana.

Alberione fue el encargado de abrir el panel considerando que “a través de su experiencia con 28 años como fiscal, de todo lo leído y de todo lo visto, el punto de partida para prevenir el abuso sexual es la educación, porque el principal factor que alimenta este tipo de delito es la ignorancia y el miedo”.

Fue claro al señalar que “este tipo de delitos son continuados, persisten en el tiempo. La violación a una mujer es un delito de un acto, pero normalmente el abuso sexual a un niño se prolonga durante mucho tiempo”.

Dijo además que el abuso sexual infantil se da en un alto porcentaje dentro del seno familiar.

“Este tipo de delitos afectan a toda la familia, pero principalmente a la víctima”, indicó el magistrado asegurando que “lo primero que se hace es cargar sobre la víctima lo que está ocurriendo en el seno familiar, porque la persona que se animó a denunciar el hecho rompe el aparente equilibrio y tiene un efecto devastador”.

Por eso consideró fundamental la prevención. “Tiene que ser un tema central en la educación. Es fundamental iniciar con la prevención desde los dos o tres años”, sostuvo.

En cuanto a los cambios que se fueron produciendo en el seno de la justicia, Aberione aseguró que “se trata un poco mejor a la víctima aunque seguimos teniendo graves falencias, pero el sistema está funcionando mucho mejor que antes”.

En este sentido recordó que “faltaba la cámara Gesell, los equipos técnicos y faltaba conocimiento del tema, pero todo se fue perfeccionando”.

“Lo importante es alentar a la gente a denunciar y ser optimistas en cuanto al resultado porque se puede salir adelante”, expresó Alberione.

Con una mirada esperanzadora, la psicóloga social especialista en prevención de abuso sexual, Marisa Martín, reiteró que “el campo propicio y el lugar donde uno debe sembrar sobre estas temáticas es la escuela”.

“El abuso, el maltrato no hace distinción de raza, color, creencia ni clase social”, expresó.

“Nosotros trabajamos en la escuela con los niños más pequeños en prevención, con el cuidado del cuerpo, destacando lo valioso que es el cuerpo”, contó Martin que junto a Mili brindan talleres de prevención a niños y niñas en jardines.

Es fundamental para el docente prepararse, capacitarse porque “el abuso sexual infantil necesita un tratamiento específico y para el docente su herramienta es la capacitación”.

La experta aseguró que “existen indicadores de abuso sexual infantil que el docente tiene que tener en cuenta que aparecen por ejemplo en el dibujo, donde se puede notar por el trazo y los colores si el niño está pasando por algún conflicto, también los cambios de conducta, etc.”

El testimonio de Milagros Carballo

Con gran entereza Mili Carballo relató que fue abusada desde los 4 a los 11 años por su padre.

“Los abusos se daban todos los sábados que era el momento en que mi mamá no estaba”, dijo la joven contando que “empezó con caricias en mis zonas intimas, besos en la boca y así se prolongó en el tiempo”

“Él me decía que esto era un juego que solamente lo podíamos jugar entre nosotros y que no se lo contara ni a mi mamá ni a mi hermano porque si les contaba él lo iba a matar”, dijo Mili asegurando que los abusadores usan siempre este tipo de amenazas.

Con un discursos directo a las docentes Milagros fue relatando como a lo largo de su paso por la escuela se fueron dando signos o indicadores que lamentablemente ningún maestro pudo advertir.

“Tomen cartas en el asunto”, les dijo de manera directa a los docentes, “busquen ayuda y denuncien. Como esa niña de 5 o 7 años les digo que les pregunten a los chicos qué les pasa”.

“Si ven algún indicador o tienen dudas generen el vínculo y la confianza para que ellos les puedan contar lo que están pasando”, insistió.

Cuando Milagros terminó el secundario comenzó terapia y ese fue el espacio donde habló por primera vez del abuso de su padre. “Mi psicóloga me ayudó a comprender que mis conductas se debían a esta situación que había vivido, y ella me ayudó a cortar el vínculo con mi padre que hoy tiene 90 años”, sostuvo.

Una vez que Milagros cortó el círculo con su padre lo denunció, luego de varios intentos de suicidio.

“Ser felices después de padecer abusos sexuales tanto tiempo es realmente una osadía, un privilegio. Todos los días me levanto y dejo atrás los monstruos que todavía siguen apareciendo”, manifestó Mili que cada día decide salir adelante y que ahora brinda taller de prevención en jardines

La joven que se ha transformado en un símbolo de la lucha contra el abuso sexual infantil cerró de una manera optimista. “Mi psicóloga me dio el alta provisoria, tengo una pareja que es el papá de mi hija de 3 años, estoy a punto de recibirme de abogada, tengo una familia y un equipo de trabajo que son mis pilares. Con esto quiero decir que si se puede salir adelante, si se puede tener una vida lo más normal posible. Las consecuencias siguen estando pero hay una salida y hay muchas herramientas”.

(Fuente: El Tiempo Morteros)