“Hasta el día de hoy no caigo, siento que él en cualquier momento va a volver, que puede estar de sus amigos y va a aparecer. Al principio estaba en shock, no entendía nada, pero cada vez se siente más su ausencia y el dolor es muy grande”. Las palabras cargadas de tristeza pertenecen a Cynthia Echenique (19), la novia de Tobías Stayolo, el joven de 16 años asesinado de un disparo en la cabeza por otro menor el pasado 5 de diciembre en la vereda de la escuela Roca. La chica brindó una entrevista a El Periódico, contó sobre su relación con Tobías, habló de lo difícil de seguir adelante con la pequeña beba de ambos y reconoció que no sabría qué hacer ante el asesino de su novio, aunque quisiera saber por qué lo mató.

Cynthia llegó a la redacción de El Periódico cargando a la pequeña Diamela Mía (9 meses), una hermosa beba que asegura es igual a su papá. “Trato de mantenerme fuerte por ella-su nena-, con 9 meses ve fotos de él y se desespera. Lo seguía mucho a su papá y de un día para el otro nos cambió la vida a las dos”, contó.

Luego recordó cuando conoció a Tobías y cómo, pese a ser más chico que ella, él pudo enamorarla con su simpatía y su alegría. “Nos conocimos en la escuela de campo, él iba a segundo año y yo a cuarto. Un día un amigo me dijo que me mandaba un beso pero yo no le daba bola porque era muy chiquito. Después se dio la coincidencia que empezamos a juntarnos con las mismas personas y nos fuimos conociendo. Era muy comprador, de la nada te sacaba una sonrisa, era simpático y muy divertido”, aseguró Cynthia.

La trágica tarde

Aquel fatídico jueves 5 de diciembre de 2019, un día después del cumpleaños de Tobías, la pareja estuvo tomándose fotos junto a su nena para el día del bautismo, programado para ese domingo. Alrededor de las 17:20 fueron a llevar unos papeles que les requerían de la Iglesia Perpetuo Socorro, luego fueron a la casa de los padres de Tobías en calle Almirante Brown, a unas cinco cuadras de donde se desataría la tragedia.

Ese jueves iba a ser una noche alegre y en familia para Tobías. Iban a festejar sus 16 años con un asado y su madre había salido minutos antes a comprar la carne para el festejo familiar. Todo marchaba para ser una jornada feliz, pero tristemente el destino iba a arrojarle otros planes.

Antes de las 19, Tobías le dijo a Cynthia que iba a comprar cigarrillos y se llevó su moto. “Al ratito  vuelve con un amigo diciéndome que se le había pinchado mi moto, yo enojada porque siempre me la rompía”, recordó. Eran las 19:11. La joven le dijo que se apurara porque a las 19:45 tenían que asistir al cursillo preparatorio del bautismo.

“Me quedé tratando de hacer dormir a la bebé y a los cinco minutos vuelve el amigo a decirme que le habían pegado un tiro. Yo no lo podía creer, no entendía nada. Hacía unos minutos había buscado la plata para arreglar la moto”, expresó la joven.

Cómo llegó al lugar

El joven que llevó la noticia fue el encargado de trasladar a Cynthia hacia el lugar donde se encontraba agonizante el joven, aunque antes tuvo que hacer una parada para que ella deje a la beba de una amiga, apenas a una cuadra de donde se hallaba herido Tobías, en la esquina de Florencio Sánchez y bulevar Sáenz Peña.

Luego todo se volvió muy duro para la joven. Encontró a su novio tirado en la vereda con una mujer tratando de reanimarlo. Se trataba de una enfermera, recordaría luego Cynthia, que le pedía que le hable para que no se duerma, aunque ella estaba en shock.

Cuando llegué estaba vivo. ‘Mi mamá, la bebé’, me repetía. Estaba desesperada, no sabía qué hacer. Le gritaba que piense en la bebé, en todo lo que la peleamos y que no la deje sola”, dijo entre lágrimas.

Luego llegarían agentes de Policía y de Cruz Verde y pese a los intentos de reanimarlo con técnicas de RCP, lamentablemente el joven falleció en la vereda. “Recuerdo su cara apenas me vio, todos los días me levanto y me duermo con su cara”, aseguró entre lágrimas.

Qué pasó

Siempre de acuerdo a los testimonios recabados y a lo que la misma Cynthia pudo enterarse después, momentos antes del crimen Tobías había llevado la moto a arreglar a una gomería ubicada frente a la escuela Roca, sobre calle Florencio Sánchez.

Según estas averiguaciones, L.T., de 17 años, había cargado nafta en la estación de servicios de Sáenz Peña y el Interprovincial, dobló por la esquina de la escuela y allí se encontró con Tobías. Ambos cruzaron insultos y se habrían tomado a golpes de puño. Cuando la pelea concluyó, L.T. extrajo un arma de fuego y efectuó cinco disparos. Uno de ellos dio en la cabeza de la víctima.

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Cynthia y su beba piden justicia por Tobías. 

“Me sorprendió mucho cuando me dijeron que fue L.T.- aseveró Cynthia- El amigo vio todo, estaban arreglando la rueda, justo el otro los cruzó y empezaron a discutir, se cruzan de vereda, pelearon, no sé bien que pasó. Cuando Tobías se agachó a buscar su gorra el otro empezó a los tiros. Tobías quiso esconderse atrás de un árbol y uno de los disparos le dio justo en la cabeza”.

Sobre las diferentes versiones que aseguraban que la pelea entre ellos había sido por Cynthia, ella lo desmintió: “L.T era mi ex novio, pero en 2017 corté con él y ni nos saludábamos. Sabía que ellos eran amigos, un mes antes sabía que L.T se había juntado con Tobías, pero después supe que hubo problemas con amigos de ellos y que Tobías los defendió”.

“No lo podía creer-insistió la joven-, de un año para el otro L.T cambió un montón, andaba por mal camino, pero nunca me imaginé que podía llegar a matar a una persona y menos a Tobías”.

La joven mamá admitió que no sabría qué hacer si estuviese frente al presunto asesino: “No sé cómo reaccionaría, qué haría si lo veo. Sí quisiera preguntarle qué pasó, no lo entiendo y por qué dejó a una bebé sin su papá”.

Embarazo difícil

En abril de 2018 se pusieron de novios y a los pocos meses, en septiembre, Cynthia quedó embarazada. La joven reconoció que tuvo un embarazo difícil porque ambos eran chicos y la responsabilidad de ser padres los agobiaba. Ella tuvo que dejar el colegio y Tobías, adaptarse a una vida que venía en camino.

“Fue duro, él era chiquito y yo también. Nos costó a los dos. A lo primero peleábamos mucho, pero iba funcionando, nos estábamos acostumbrados a ser padres. Él cambió mucho, antes era muy salidor-dijo con una sonrisa- pero después entendió la responsabilidad y vivían pegados con la beba”.

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 Un futuro trunco

Día a día la pareja iba pensando un futuro para Diamela. Cynthia tenía pensado terminar sus estudios secundarios y conseguir un trabajo con la idea que irse a vivir con la nena. Por su parte, Tobías soñaba con ser asistente social.

“Él siempre le decía a la madre que quería ser asistente social para ayudar a todos. Tobías se crió en La Milka en un ambiente humilde y quería mejorar la vida de esas familias. Era muy querido, tenía amigos por todos lados, era único”, finalizó la joven.