Diego Bracamonte, Bombero Voluntario de San Francisco, vive con su mamá, hermana y dos sobrinos. Desde el 2002 trabaja en el adiestramiento de los perros, y ese fue el nexo para formar parte del cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Francisco, desde hace cuatro años. En su vida, siempre tuvo dos trabajos, uno particular en relación de dependencia y uno fuera de horario, hoy trabaja únicamente con el adiestramiento de perros, una de sus máximas pasiones.

Aunque desde pequeño sintió la vocación de formar parte del cuerpo activo, pudo acercarse gracias al Cabo 1º Bombero Voluntario Leandro Lencina, quién lo contactó por su trabajo como adiestrador de perros. Hoy pertenece al grupo especial K9, en el que trabajan con perros de búsqueda y rescate de personas.

Su pasión siempre fueron los perros, en especial la raza Ovejero Alemán, la cual conoció a través de un vecino que poseía uno. Esta admiración, lo llevó a insertarse en el mundo canino y del adiestramiento, en la que tiempo más tarde comenzó a capacitarse a través de libros y revistas, lo cual no fue nada fácil.

“Se me hacía muy difícil porque acá no había nadie que adiestraba perros, yo siempre fui pionero y tenía que salir a capacitarme afuera, empecé a conocer gente del ambiente, a relacionarme con ellos, a viajar y competir en la disciplina IPO con mi perro Niko, que es un Ovejero Alemán”, indicó el voluntario.

Estas competencias, llevaron a Diego a movilizarse por todo el territorio nacional: “Competí en el año 2012, en Córdoba y Buenos Aires, en 2013 competí en Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires, ese año salí campeón nacional con mi perro Niko”, agregó.

Su vida dentro del cuartel

Diego integra actualmente el grupo especial K9 del cuerpo de bomberos, también colabora con el área de emergencia y formó parte del área de prensa y difusión.

De profesión es el único adiestrador de perros dentro del grupo especial. Sin embargo, en el cuartel hay cuatro binomios (Hombre - Perro), y cada uno de ellos se encarga del entrenamiento de su perro. Estas cuatro duplas, forman parte del departamento regional y provincial.

“Estamos dentro del grupo del departamento provincial de rescate con perros, donde tenemos capacitaciones provinciales una vez cada dos meses y a su vez, tenemos encuentros a nivel regional, que son los días sábados y domingos, donde nos capacitamos tanto en la teoría como en la práctica, todo relacionado a la búsqueda”, contó.

Como integrante del cuerpo activo Diego nos cuenta que le ha tocado ver y sentir cosas muy feas, pero que la que más lo afecta es ver el dolor y el sufrimiento de las personas.

Su mayor satisfacción es poder ayudar al otro: “Para mí lo positivo es la satisfacción que me produce poder ayudar a una persona, poder aliviar su dolor, para mi esa es mi mayor satisfacción, poder ayudar al otro. Por eso también es un voluntariado, porque lo hacemos por el otro, por ayudar y no por el dinero, si esto no fuera genuino no perduraría en el tiempo”.

Por último destaca la importancia de tener el apoyo de su familia, quienes son un pilar fundamental en la vida de un bombero voluntario: “Yo soy muy agradecido de mi familia que me permite hacer esto, y que muchas veces quedan de lado; falté a fiestas de año nuevo o navidad, pero mi familia siempre me apoyó, si no fuese por ellos nosotros no podríamos cumplir esta función”.