Este viernes 16 de agosto se celebra en Argentina el “Día del Inmigrante Piemontés”, una fecha que recuerda la numerosa afluencia de piemonteses que llegaron a nuestro país entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX.

Para hablar de esta fecha y de la influencia que tuvo este hecho en San Francisco y región, visitaron La Mañana de El Periódico por El Periódico Radio José Luis Vaira y Estela Maris Griffa, presidente y secretaria de la Asociación Civil Familia Piemontesa.

Para comenzar, Vaira comentó que la fecha se instituyó a partir de una iniciativa de la  Federación de Asociaciones Piemontesas de Argentina (FAPA), que convocó a todas las asociaciones para decidirlo. 

“Esto estaba unido a Don Bosco, un salesiano piamontés que desarrolló una colectividad religiosa con un accionar muy importante en Argentina. Entonces se tomó el día del nacimiento de él como día conmemorativo en función de todo lo que significaba para los piamonteses”, recordó.

Griffa explicó que si bien los piemonteses que emigraron a Argentina se distribuyeron en todo el país, por lo que hoy pueden encontrarse descendientes en todo el territorio nacional, es en la denominada “Pampa Gringa” donde confluyeron masivamente.

“Muchos en el Piamonte eran agricultores, por más que la geografía no es como la nuestra, por lo que si bien los primeros fueron instalándose un poco azarosamente, otros lo hicieron buscando tierras para cultivar. Luego vinieron los demás que ya buscaban afincarse donde tenían algún pariente o conocido. Y así es como en esta zona, lo que llamamos la pampa gringa, se transformó en una colectividad piamontesa prácticamente que conservó la lengua, las costumbres y las tradiciones”, sumó.

Consultados acerca de cuáles creen que son las costumbres que más perduraron a lo largo de estos años, Vaira opinó que entre ellas, las religiosas: “Un ejemplo son todas las capillas que están construidas en la zona, conmemorando a algún santo. Eran promesas que se hacían para tener éxito en sus cosechas”.

“También las tradiciones gastronómicas con las reuniones familiares, especialmente en ciertas fechas festiva, y las reuniones los domingos, que eso creo que lo mantenemos todos”, agregó.

En esa línea también mencionaron la bagna cauda así como algunas palabras piamontesas.

Camino a los 50 años

Vale mencionar que este año la Asociación Civil Familia Piemontesa cumplirá 50 años de vida. Refiriéndose a este acontecimiento, hicieron mención al trabajo que llevan adelante en el presente así como a los proyectos a futuro. 

“Transitamos este aniversario con un gran desafío y un gran compromiso. Ha habido gente que trabajó mucho para que la institución llegara a tener estos 50 años de vida, una institución que tiene mucha presencia”, destacó Vaira.

Aunque seguidamente lamentó que en los últimos meses el trabajo estuvo enfocado en reponerse de los actos de vandalismo que sufrieron, recordando el robo de 48 placas de bronce del predio de avenida Cervantes. “Somos objeto permanentemente de vandalismo y gastamos más en mantener y asegurar lo que tenemos que a veces en hacer nuevas cosas”, dijo.

Pese a eso, recordó que los festejos iniciaron con la Asamblea de la Federación y la Fiesta del Piemonte a nivel nacional, que se hizo en abril.

“Eso marcó un inicio de actividades, pero los festejos principales están concentrados para el 2 y 3 de noviembre, vamos a hacer una reunión gastronómica y algún espectáculo musical”, sostuvo el presidente de la Asociación.

Además, le sumarán el domingo 8 de septiembre un encuentro de coros en el predio con la Cantata Piamontesa como anfitriona.

Griffa añadió: “Además hecho muchas exposiciones de pintura, fotografía, hubo obras de teatro”.

A la vez, comentaron que reeditaron el libro de refranes piemonteses de Francisco Giletta. Los ejemplares se habían agotado por lo que con su reedición volvió a despertarse el interés por conseguir el ejemplar. Hoy está a disposición de toda la colectividad.

Suman a jóvenes

Tras enumerar otras actividades en marcha, comentaron que en el último tiempo se sumó un grupo de jóvenes para trabajar. “Hemos creado un grupo de jóvenes que tienen total independencia para manejarse buscando nuevas acciones, nuevas pensamientos. Son unos 270 jóvenes los que están trabajando. A nivel local ya tenemos unos 10 o 12 jóvenes trabajando”, destacó Vaira.

Personas interesadas en conocer más sobre el trabajo de la asociación civil pueden ingresar a su página de Facebook o a su cuenta de Instagram.

Sobre la inmigración

El “Día del Inmigrante Piemontés” se celebra este viernes 16 de agosto en Argentina. Esta fecha se eligió en honor a Giovanni Melchiore Bosco, más conocido como Don Bosco, quien nació el 16 de agosto de 1815.

Don Bosco fundó en Turín la congregación salesiana. Los primeros salesianos llegaron a la Argentina en 1875.

Tal fue la influencia de este santo piemontés, especialmente entre los jóvenes, que motivó que el día de su nacimiento fuese elegido para la celebración del Día del Inmigrante Piemontés en nuestro país. 

Los piemonteses que emigraron a Argentina se distribuyeron a lo largo y ancho del país, ubicándose en localidades donde ya tenían algún familiar o amigo que había llegado un tiempo antes. Si bien hoy día encontramos sus descendientes en todo el territorio nacional, es justamente en la denominada “Pampa Gringa” donde confluyeron masivamente estos hombres y mujeres que dejaron su tierra natal para venir a hacer “La Mérica”, como ellos decían.

A fines del siglo XIX miles de piemonteses abandonaron su lugar de origen para escapar de la pobreza, la falta de oportunidades y las guerras que libraba por esos años el Piemonte, especialmente contra Austria y Francia. Las guerras causaron daños significativos en la región, llevándola a la escasez de recursos.   Luego, en el siglo XX se produjeron nuevas oleadas migratorias después de las Guerras Mundiales. 

La vida de los piemonteses que llegaron a Argentina a finales del siglo XIX estuvo marcada por desafíos, sacrificios y esperanzas.  Partían del puerto de Génova para realizar un viaje largo y arduo, que duraba de 30 a 40 días. Viajaban hacinados en la clase más económica, incómodos y tristes por la despedida, pero con la mirada puesta en el futuro.

El viaje terminaba en el puerto Buenos Aires. Algunos permanecieron en la gran ciudad. Pero la mayoría se dirigió principalmente a las provincias de Córdoba y Santa Fe, donde se establecieron formando una gran colonia piemontesa. La mayor parte se dedicó a la agricultura, y la ganadería. Mayormente eran arrendatarios de tierras, y luego muchos lograron ser propietarios de las mismas. Otros se dedicaron al comercio o a diferentes oficios. En todos los casos, realizaron sacrificios que hoy ni siquiera podemos imaginar. Debieron adaptarse a un nuevo país, aprender una nueva lengua, trabajar de sol a sol, vivir en viviendas muy precarias que ellos mismos construyeron y ampliaron a medida que se agrandaba la familia. Enfrentaron desafíos muy grandes, como la pobreza, la nostalgia por su tierra, el desarraigo, la falta de la familia.

Los piemonteses mantuvieron fuertes lazos comunitarios, se reunían para las celebraciones tradicionales y con el paso del tiempo crearon asociaciones que los nucleaba.  A pesar de todos los obstáculos y dificultades, se fueron integrando a la sociedad argentina, realizando un extraordinario aporte al desarrollo económico, social y cultural de nuestro país.  El espíritu de trabajo y el deseo de progresar marcaron el rumbo de estos inmigrantes que dejaron un legado histórico y duradero en nuestra sociedad, legado que llega hasta nuestros días.

En un justo homenaje, y como un gran reconocimiento a la cultura piemontesa, el 23 de marzo de 2023 fue aprobada la Ordenanza N° 7567 en el Honorable Concejo Deliberante declarando a la lengua piemontesa patrimonio cultural intangible de la ciudad de San Francisco.

En nuestra ciudad, la inmigración piemontesa se encuentra recordada y venerada a través del Monumento Nacional al Inmigrante Piemontes, en el ingreso oeste de nuestra ciudad. En sus placas conmemorativas se testimonia la migración y radicación en estas lejanas tierras.