Vista desde afuera con su aspecto impenetrable y sombría, pocas personas podrían imaginarse que en el Establecimiento Penitenciario nº 7 de San Francisco se producen una interesante variedad de artículos -algunos de ellos con materiales reciclados- que luego se venden a toda la provincia de Córdoba y el país.

Y si bien muchas de las noticias que provienen de las cárceles son negativas, como las vinculadas a los casos de estafas telefónicas, también otras se refieren a capacitación y trabajo de internos para favorecer su reinserción social.

Esto se desarrolla en el marco del programa “Educar, Crear y Producir en Prisión”, que lleva adelante el Servicio Penitenciario de la Provincia para la formación y capacitación de las personas privadas de su libertad.

A raíz de ello, unos 40 internos de la cárcel local desarrollan tareas y aprenden oficios en los talleres de carpintería, artesanías en chapa, textil y tapicería, que actualmente están a cargo de un grupo de subalternos del establecimiento.

El subdirector de la unidad penitenciaria, alcaide Diego Taverna, contó a El Periódico que comenzaron a darle forma a nuevos talleres en los últimos meses, mientras que otros ya se venían desarrollando. El objetivo es los internos puedan capacitarse en oficios.

“Cada uno de los talleres que tenemos está a cargo de un empleado del Servicio Penitenciario, el cual sabe del oficio o lo aprende, porque hay algunos internos que conocen el oficio y son los que instruyen a los demás, siempre controlados por el personal. Y en este aspecto, se da un ida y vuelta muy interesante”, destacó Taverna.

El taller textil dentro de la cárcel.
El taller textil dentro de la cárcel.

Buena conducta

La dirección de la cárcel de San Francisco consideró varios factores a la hora de poner en marcha los nuevos talleres. En primer lugar, se evaluó el espacio físico disponible, las herramientas y, sobre todo, los aspectos en materia de seguridad, garantizando que se contara con un entorno adecuado y seguro para las actividades.

Otro aspecto fundamental fue identificar, mediante entrevistas, a los internos que poseían habilidades y oficios previos a su situación de encierro, pero por sobre todo, resaltaron desde la Dirección del penal, que tuvieran buena conducta.

En este sentido, Taverna consideró que el número de participantes es bueno teniendo en cuenta que recién están empezando. “Tuvimos que evaluar y seleccionar a los internos, su conducta, lo que saben hacer, eso lleva tiempo y lo que estamos viendo son los primeros resultados con los productos ya terminados”, explicó.

Los artículos que se fabrican, tanto en la cárcel de San Francisco como en otras de la provincia, son enviados a Córdoba capital, al local de exposición y ventas - funciona en calle Balcarce 216- del Servicio Penitenciario y las ganancias se utilizan para comprar materiales para continuar la cadena de producción.

A su vez, a través de la Secretaría de Organización Penitenciaria, se coordinan y se llevan adelante las denominadas Feria de Artesanías y Productos Penitenciarios con precios muy económicos en distintas localidades de la provincia, como la que se realizó en la Tecnoteca San Francisco el primer fin de semana de julio y que fue récord en ventas.

Las cuchas para mascotas que prepara el taller de tapicería.
Las cuchas para mascotas que prepara el taller de tapicería.

Taller de tapicería y textil

El ayudante principal Javier Pérez está a cargo del taller de tapicería que funciona desde hace dos meses, los martes y los jueves por la tarde, en un sector del patio interno del establecimiento preparado especialmente.

“Se hacen elementos de cuerina para vender y se colabora con los otros talleres. Por ejemplo, las parrillas enrollables que se realizan en Arte en chapa y que van dentro de un tubo de PVC, nosotros lo forramos con cuerina para que quede un producto bien presentadito”, explicó.

También indicó que están en pleno proceso de diseño y fabricación de cuchas para mascotas, que próximamente saldrán a la venta.

Según Pérez, hay mucho interés por parte de los internos y que incluso ellos llegan con buenas ideas para desarrollar productos. “Tenemos uno de los muchachos que era tapicero antes de ser detenido y él es uno que además enseña a otros internos, y así se va generando la cadena para continuar el taller”, comentó.

En ese mismo espacio también tiene su lugar el taller textil, que tiene a Rubén Ércole como instructor y se desarrolla todos los días. Allí se confeccionan y elaboran chaquetillas de uso para los propios internos, pero no solamente del establecimiento local, sino para todas las cárceles de la provincia de Córdoba.

Diego Dambolena, ayudante de primera con 20 años de servicio en la cárcel.
Diego Dambolena, ayudante de primera con 20 años de servicio en la cárcel.

Productos con materiales reciclados

Saliendo hacia uno de los patios del establecimiento, tras atravesar dos rejas custodiadas y una torre de control, se encuentra el galpón donde funcionan los talleres de carpintería y de Arte en Chapa (internamente denominado de herrería).

Mariano Curró es ayudante mayor del servicio penitenciario y lleva adelante la instrucción de todo lo que se elabora en el área de carpintería.

En este sentido, Curró se mostró orgulloso de los productos que se realizan en el taller: “Hace un mes llevamos nuestros productos a la Tecnoteca y se vendieron todos, fue un éxito”, subrayó.

En dicho taller se realizan distintos muebles con materiales reciclados de tarimas de maderas -donadas por Hipermercado Anselmi-, como zapateros para calzados, portamaceteros y juegos de jardín con mesas y sillas.

Internos de la cárcel de San Francisco aprenden oficios y venden lo que producen

A carpintería asisten internos en una etapa avanzada de su condena y que, por su buena conducta, pueden salir a participar de dichas tareas.

En el mismo galpón, entre los ruidos de sierras de cortes de madera, también se observa el reflejo de una soldadora de hierros. Detrás de un separador, funciona el taller de Arte en Chapa que dirige Diego Dambolena, ayudante de primera con 20 años de servicio en la cárcel y que, además, cumple la función de herrero y mantenimiento general en el establecimiento.

"Arrancamos produciendo parrillas enrollables que tuvieron buenas ventas en las ferias, son muy prácticas, ideales para viajar", afirmó Dambolena. Y añadió: “Tengo tres internos a cargo, trabajamos los martes y jueves por la tarde. Después seguimos con ellos y otros más en lo que es el mantenimiento del establecimiento”.

Dambolena destacó que el taller brinda, sobre todo, la posibilidad de una capacitación. “Acá algunos de los internos tienen conocimiento y otros no, entonces se les enseña a trabajar, sacarles rédito a los hierros, darles una forma y ponerlo en valor”, indicó.

En el taller ya trabajan en proyectos futuros que aguardan por ser aprobados, como el de una barra multifuncional de ejercicios para pared: “Esperamos que en breve podamos sumarla a nuestra producción”, dijo con una sonrisa el tallerista.

Alcaide Diego Taverna.
Alcaide Diego Taverna.

Otras actividades y proyectos a futuro

El subdirector Taverna también destacó la labor que se realiza en la panadería del establecimiento, donde los internos, bajo la guía de un maestro panadero, elaboran el pan y otros productos para consumo propio y del personal.

Además, se ha creado un vivero floral y forestal con el apoyo de la Municipalidad de San Francisco, donde los reclusos aprenden técnicas de reproducción de especies.

“En todos los talleres se reutilizan materiales como en ningún otro lado. Todo pedazo de hierrito, de madera, de plástico, como por ejemplo las botellas que ya estamos usando para el vivero, se junta y se usan para la producción”, acotó. 

Luego agregó: “Lo que se busca es que haya un vínculo, una continuidad entre taller y taller. Por ejemplo, se hacen sillones de madera y luego involucramos a los tapiceros para que le realicen un tapizado y el producto tenga un valor agregado”.

Según Taverna, los internos manifiestan a diario sentirse bien en los talleres. “Los talleres tienen muy buena aceptación y hay muchos internos que, por espacio físico, se están quedando afuera. Pero esto recién empieza, le estamos dando forma todavía y hay proyectos a futuro”, reconoció.

Al respecto, el funcionario adelantó que tienen planificado la implementación de un taller de bobinado de motores y la producción de ladrillos tipo block.

“Para el taller de bobinados-contó-, tenemos personal e internos que saben de motores, contamos con la máquina, los materiales y la necesidad, porque actualmente se paga a un tercero. Y mi anhelo es contar con un espacio para producir ladrillos block, también tenemos una máquina para ello. Lo que resta sería construir el lugar y lograr algún convenio por el tema de los materiales para fabricarlos, en una cárcel siempre hacen falta ladrillos”.

Para las autoridades del establecimiento, estas iniciativas no solo generarán ahorros para la institución, sino que también ampliarán las oportunidades de capacitación para los internos.

El vivero ubicado en uno de los patios del establecimiento.
El vivero ubicado en uno de los patios del establecimiento.