En el marco del Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia que se conmemora cada 24 de marzo, los fiscales federales de Córdoba Carlos Gonella y Facundo Trotta, quienes realizaron las investigaciones en la megacausa de La Perla y otros procesos por crímenes de lesa humanidad, estuvieron ayer jueves en San Francisco para brindar una charla en la Tecnoteca.

Previo a esta reunión, que contó con una buena cantidad de público, los funcionarios judiciales dialogaron con El Periódico Radio acerca de la importancia que tiene que la Justicia siga llevando a cabo estos procesos contra los responsables de esos crímenes. 

Además, dieron una respuesta a las críticas que algunos sectores políticos e ideológicos hacen sobre los crímenes cometidos por las organizaciones armadas en Argentina, en la que resaltaron una vez más que no se puede equiparar la acción sistemática y planificada desde el Estado para torturar, asesinar y desaparecer personas, con las acciones de organizaciones armadas con escasa operatividad e influencia. Asimismo, aclararon que no todos los crímenes son considerados de lesa humanidad, sino que deben reunir ciertas características. 

Después de estas experiencias que están teniendo como fiscales en juicios por delitos de lesa humanidad, ¿cómo viven estos días?

Gonella: Nosotros venimos con mucho gusto a estas actividades, es parte del compromiso. Creo que es muy importante esto porque los juicios son un espacio donde se ventilan públicamente crímenes atroces, aberrantes, que han generado mucho daño, con heridas que todavía no han sido curadas. Todavía se están buscando más de 300 nietos y nietas, y hay muchas personas desaparecidas. Es una semana que nos moviliza mucho, es un tema que todos los medios abordan, es nuestro pasado reciente, traumático, y es necesario debatir sobre todo para la gente más joven, para que se sepa lo que ha ocurrido hace pocas décadas en nuestro país.

Trotta: Son tiempos en los que está bueno que entre todos nos juntemos a reflexionar, más allá de que a nosotros nos inviten y nos guste también participar de tipo de eventos por el compromiso que tenemos. En la medida en que aprovechemos estos tiempos para reflexionar vamos a contribuir a mantener este proceso de memoria, verdad y justicia. Yo digo que es mirar el pasado, recordar ese oscuro tiempo que vivió nuestro país pero siempre pensando en el presente y para el futuro, para construir un país y una sociedad.

Día de la Memoria: "Es mirar el pasado, pero siempre pensando en el presente y el futuro del país"

Hay personas que pueden pensar que esto pasó hace mucho y ya está. ¿Cuál es la importancia de estos juicios y qué mensaje dan a la sociedad desde la Justicia con estos procesos?

Trotta: Hay más de una cuestión que hay que tener en cuenta. El Estado argentino, como muchos estados a partir de la Segunda Guerra Mundial con la declaración universal de los derechos del hombre, comenzaron a suscribir tratados de derechos humanos. El genocidio es algo inaceptable para la humanidad porque afecta a la humanidad misma, entonces se han comprometido en esos tratados justamente a no a no aceptar la impunidad de los crímenes. Si no castigamos los crímenes, cualquier persona puede volver a cometer un crimen de lesa humanidad y pretender que no se lo castigue. El Estado argentino es uno de los pocos, si no el único, que cumple ese compromiso. Somos los únicos que juzgamos a los responsables de crímenes con las leyes de nuestro país y con los tribunales designados por la ley en nuestro país, porque los antecedentes cuando se juzgan crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra son tribunales constituidos por las potencias vencedoras y en consecuencia es distinto el sentido que tiene. Además es para pensar en la necesidad de que tenemos que respetar los derechos humanos juzgando a quienes cometen crímenes, pero pensando en el respeto de derechos humanos hoy y para mañana. La única forma de que como sociedad no aceptemos que se afecten esos derechos es justamente saldar esa violación de derechos humanos que han ocurrido en nuestro pasado.

¿Cuál fue el rol de ustedes en el marco del juicio de la megacausa La Perla y otros?

Gonella: En el Ministerio Público Fiscal, que es el organismo que nosotros representamos, nuestra misión es hacer investigaciones, recabar la prueba, tomar testimonios y después debatir esa investigación a través de una acusación pública en el juicio. Nosotros representamos la Fiscalía, proponiendo una hipótesis delictiva y sometiéndola a mecanismos de falsación pública, que habilita el pedido de condena o absolución si no se pueden probar. Y esto es otro de los aspectos tan importantes que tienen estas causas, porque desde la política y posiciones ideológicas extremas se denosta esto; y son juicios de garantías y por eso el proceso argentino en este tipo de delito es ejemplo en el mundo, ponderado en ámbitos políticos académicos y jurídicos. Y las sentencias contra los represores son ratificadas por los órganos de máximas instancias en materia de derechos humanos de la región.

Guillermo Peretti, de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia.
Guillermo Peretti, de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia.

¿Qué les pareció la película Argentina, 1985?

Trotta: Obviamente que no es el mismo contexto social y político que cuando nosotros empezamos a intervenir en juicios. Me sentí identificado en cómo Strassera conformó el equipo de trabajo, que se rodea de gente joven y que no conocía mucho la temática. Cuando te encontrás con un juicio como La Perla que tiene más de 40 imputados y más de 700 víctimas es absolutamente inabarcable hacerlo entre dos o tres personas, entonces tenés que conformar un equipo y en eso me sentía identificado. Terminamos siendo 12 personas de las cuales solamente dos o tres manejábamos la temática, ellos tuvieron que ir formándose en el transcurso del juicio. Entiendo que el director elige y hace su edición, yo creo que se queda corto en el tema de las víctimas. Está bien, él quería mostrar el rol del fiscal, pero el fiscal sin la víctima que le permite sostener la acusación no llega a nada. Strassera sin las víctimas que contaron el horror no puede llegar a dictar una sentencia. Pero me parece muy importante mostrar esto al mundo y a mucha gente joven le vuelve a despertar interés.

¿Ven con preocupación expresiones negacionistas del terrorismo de Estado, no ya declaraciones marginales sino de dirigentes políticos?

Gonella: No, la sociedad argentina ya está en un momento de maduración respecto a este tema que no tiene vuelta atrás. Miremos lo que pasó cuando la Corte Suprema hace pocos años quiso beneficiar a los represores condenados aplicando el dos por uno. Por supuesto que uno escucha esas cosas y ve la ignorancia que hay detrás de eso, el desconocer todo lo que costó, porque para llegar a estas causas hubo muchos años de de avances, retrocesos y obstáculos. Entonces que una persona salga a opinar así livianamente, sin fundamento, no molesta; pero sí me parece que por eso mismo es importante debatirlo públicamente. En charlas a veces hay gente que critica por qué los crímenes de la guerrilla no son imprescriptibles. Y tiene su explicación. Los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles cuando se realizan determinadas condiciones, cuando son parte de un ataque sistemático y generalizado contra la población civil. Es todo el poder del Estado con todas sus instituciones el que acomete en contra de esas personas. Entonces cuando una persona livianamente deslegitima estos juicios diciendo que son juicios ideológico o político, desconoce un montón de cosas y por eso son propicios estos debates. 

Trotta: Me gustaría agregar que muchos integrantes de la organizaciones fueron juzgados y condenados en aquel momento pero con procedimientos absolutamente ilegales. En general, y eso está constatado hoy, quienes fueron acusados terminan siendo víctimas, porque los hacían declarar bajo tortura, con procedimientos absolutamente ilegales. Y en muchos casos fueron condenados a 10 o 15 años. Han cumplido condenas por sentencias absolutamente ilegales. También hay que distinguir que esos crímenes hoy no se podrían juzgar, no son considerados de lesa humanidad, están prescriptos y esta discusión llegó hasta la Corte Suprema. No es cualquier acto el que se puede considerar un crimen de lesa humanidad, tiene que formar parte de un poder del Estado o de una organización que tenga un poder de facto. Se discutió si el ERP había logrado captar ese poder y ni siquiera se pudo probar. Es insostenible, pero lo grave acá es que se pretende equiparar la actuación de personas que pueden haber cometido un crimen y debería haber sido juzgado, con la actuación del Estado. El Estado es el que tiene que poner las cosas en su lugar a partir de la utilización de la Constitución y de las leyes, justamente lo que nosotros estamos haciendo ahora. 

Gonella: Hay que ser muy cuidadosos, esto no quiere decir que las organizaciones revolucionarias que optaron por la lucha armada no hayan cometido crímenes graves, pero tienen que darse determinadas características para aplicar esta consecuencia jurídica que es la imprescriptibilidad, es decir la posibilidad de perseguirlo sin límite de tiempo. En Colombia, las FARC sí es una organización que tiene poder territorial, que tiene bajo su influencia a un determinado territorio, que tienen capacidad de secuestrar. Los crímenes cometidos por las FARC hoy por el estatuto de la Corte Internacional sí son imprescriptibles. Pero la guerrilla argentina nunca llegó a tener ese poder. De hecho, no solo no se probó sino que cuando avanzaron territorialmente en Tucumán con el Operativo Independencia los sofocaron, por eso se llamó foquismo. Eso fue una prueba de que no tenía capacidad de doblegar las instituciones del Estado y a un sector determinado de la población.  

Trotta: En la causa que estamos sustanciando hoy denominada Barreiro, está acreditado con los expediente judiciales que a las víctimas las sometieron un proceso y las condenaron, a una porque tenía sellos de propaganda de organizaciones le aplicaron ocho años de prisión. Otra de las críticas que encontramos es hasta cuándo estos juicios. En realidad, ahí se desconoce lo del compromiso internacional pero también digo qué falta de humanidad que hay detrás de eso, porque ni siquiera es una cuestión jurídica sino una cuestión humana. ¿Cómo le voy a decir a la víctima hasta cuándo cuando la víctima me dice cuándo me van a dar una respuesta y que hace 47 años que está esperando? Se vincula con otra cosa que creo que es trascendental para nosotros como sociedad, con la empatía, es decir, como no es un tema mío no me meto. Pero los derechos humanos son un tema de todos. 

Decían que algunas víctimas fueron condenadas a muchos años de prisión. Hay un rol de los funcionarios judiciales de aquella época, ¿fueron juzgados alguna vez?

Gonella: Sí, participamos de la causa llamada de los magistrados, donde llevamos a juicio y logramos condenas a ex jueces y fiscales federales por la inacción frente a tormentos que las propias víctimas denunciaban, que eran torturadas y les decían a los jueces que los estaban matando y no hacían absolutamente nada, tampoco cuando los mataron. Por eso se llama dictadura cívico militar porque semejante nivel de atrocidad no pudo ser posible si no había sectores de la sociedad que acompañaran. La Iglesia, ya lo sabemos; el sistema judicial, la clase empresarial. La justicia ha colaborado y lo hemos comprobado, hoy tenemos ex jueces federales condenados.

Semana de la Memoria