Tras una inédita maniobra, el laboratorio robotizado móvil Curiosity, de Estados Unidos, aterrizó ayer con éxito en Marte, para explorar y estudiar el Planeta Rojo durante dos años, en especial en busca de rastros de vida.

Tras un viaje de 60 millones de kilómetros, el “amartizaje” requirió del paracaídas más grande jamás construido para luego hacer que la nave portadora quedara suspendida mediante propulsores y entonces bajar suavemente con un mecanismo de grúa y cables.

En el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, en la ciudad de Pasadena, hubo aplausos y abrazos cuando la sonda llegó al suelo marciano como “una araña colgada de un hilo”, según describió el ente espacial. La llegada a Marte fue lo que el argentino Miguel San Martín, jefe del grupo de ingenieros que diseñó y opera el guiado de la misión, describió como los “siete minutos de terror”.

El llamado Laboratorio Científico de Marte, de unos 900 kilos, se posó en suelo marciano a las 2.32 hora argentina, superando la instancia más crítica de una misión que demandó 2.500 millones de dólares. Minutos después, envió sus primeras imágenes, que mostraban sus ruedas a salvo sobre la superficie en medio de la gran nube de polvo que originó su llegada.

La sonda de la Nasa “Odyssey”, que orbita alrededor del planeta, envió la primera confirmación del “amartizaje” a través de una antena en Australia. El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que “el exitoso aterrizaje del Curiosity marca un hito sin precedentes de la tecnología”.

El vehículo que portaba el laboratorio se acercó a la superficie de Marte a una velocidad de 20 mil kilómetros por hora, que fue reduciendo con el uso de hélices y un paracaídas.

Después de descolgar el Curiosity, el vehículo portador se apartó y se estrelló en la superficie. Lanzado el pasado 26 de noviembre, el laboratorio tiene por objeto descubrir si alguna vez hubo vida o al menos condiciones para albergarla en el planeta vecino y preparar un futuro viaje tripulado “Hoy las ruedas del Curiosity han empezado a abrir camino para el sendero de las huellas humanas en Marte”, dijo el jefe de la Nasa, Charlie Bolden. “El Curiosity (...) buscará responder preguntas antiguas sobre si alguna vez existió vida en Marte o si el planeta puede sustentar la vida en el futuro”, afirmó Bolden y recordó que sólo el 40 por ciento de las naves enviadas a Marte llegaron a su destino.

La misión durará al menos un año marciano –que son casi dos años terrestres– estudiando el cráter Gale, para ver si hay rastros de agua o de otros ingredientes necesarios para la vida, como carbono. También indagará los minerales presentes en el terreno, para formar una idea de las condiciones que había en el planeta hace millones de años.