El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, pidió que “no se afecte la alimentación y los derechos básicos de las personas más vulnerables”, en coincidencia con el documento que esta semana emitió la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y que según el religioso “refleja lo que cada obispo ve en sus territorios”. En este sentido, manifestó que en las últimas semanas hubo un aumento significativo de personas que buscan ayuda en las distintas sedes de Cáritas parroquiales.

En diálogo con El Periódico, Buenanueva admitió que comprende que la nueva gestión administrativa revise las prácticas de entrega de ayuda a instituciones, “pero el alimento, sobre todo para los sectores más vulnerables, especialmente para los más chicos, es una cosa que hay que tener en cuenta y no se debe esperar, por eso la declaración de la Conferencia Episcopal”.

Por otra parte, contó que Cáritas a nivel nacional está en diálogo con el Gobierno para continuar con la ayuda y las actividades en los comedores y otros lugares de asistencia social. “Hay un diálogo con la administración actual para que se supere esta situación que se ha dado en este último tiempo de falta de la llegada de los alimentos como se estaba haciendo habitualmente. Esperemos que esto se solucione”, se esperanzó.  

La situación en la diócesis

Con respecto a la situación que se vive en San Francisco y la diócesis local, el religioso manifestó que la referencia es lo que se vive diariamente en el comedor La Virgencita en el barrio Parque, donde, aseguró, se han tomado medidas para afrontar una posible situación de crisis social.

“Se han acercado muchas personas-reveló-, no solo de barrio Parque, sino de otros sectores. Hay una gran preocupación por el costo de los alimentos, el poder adquisitivo se ha derrumbado, mucho más en quienes no tienen un trabajo formal o dependen de changas”.

Según Buenanueva, existe una gran preocupación en muchas familias por la cercanía del inicio de clases y el fuerte aumento de los útiles escolares. "Para las familias es un problema real”, aseguró. Y luego añadió: “La situación de la pobreza es grande, afecta especialmente a los más chicos y eso hace que todos tengamos que ser muy cuidadosos con los pasos que damos, para no ver afectada la alimentación y los derechos básicos de las personas”.

Relevamiento

Buenanueva explicó que la Iglesia, a nivel diocesano y parroquial, ha iniciado un relevamiento de la situación para evaluar medidas a tomar.

"Estamos haciendo un relevamiento de la situación, observando de cerca lo que sucede en el comedor La Virgencita y en otras parroquias. A pesar de estar en tiempo de vacaciones, notamos un aumento significativo de personas que buscan ayuda", afirmó Buenanueva.

El obispo abordó el impacto desmedido de la inflación, que ha afectado no solo a los sectores más populares y vulnerables, sino también a las clases medias. “Desde la iglesia estamos activando todos los instrumentos que tenemos para ayudar a las personas, sobre todo a las familias más vulnerables, sea en los comedores, en los merenderos o en otras iniciativas similares, y haremos todo lo que esté a nuestro alcance a sabiendas que damos un aporte, como hacen también las iglesias evangélicas u otras instituciones”, subrayó.

Por último, realizó un llamado a la sociedad para activar el sentido de solidaridad y comprensión frente a la urgencia de la situación. Enfatizó que la problemática desborda a todos: "No encerrarse en sí mismos, sino activar todos los mecanismos de solidaridad disponibles”, concluyó.