Sin mostrarse a un nivel récord como los 31 millones de quintales que dejaron los viñedos en 2007, la que viene asoma como una vendimia promedio pero claramente superior a la de 2012. Así al menos lo refrendan los 28.331.169 quintales pronosticados en la primera estimación 2013 dada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que equivalen a un 26% más de uva que la recogida en la campaña pasada, aunque la cifra definitiva terminará de pulirse con otro relevamiento en febrero próximo y un reajuste final en marzo.Para Mendoza, la variación es todavía mayor: una producción proyectada de 19.138.704 quintales supera, por ahora en un 29%, a la cosecha 2012. Esos fueron los datos principales que dejó el primer informe, difundido desde la sede del organismo por videoconferencia a San Juan y Buenos Aires. El presidente del INV, Guillermo García, explicó que este aumento de la producción en Mendoza se fundamenta en una "muy buena brotación y cuaje, favorecidos por lluvias oportunas". Más allá de una sanidad vegetal calificada como "buena", el análisis señala algunos corrimientos en cepas de uvas básicas, como criolla grande, por acción del viento Zonda durante la floración.Cabe aclarar que esa variedad, como la cereza, ocupa una superficie importante en la zona Este, el principal polo productivo en volumen. Los corrimientos, a la hora del cuaje, derivan en granos más pequeños que, por ende, se traducen en menores rendimientos a la hora de la elaboración. Asimismo, el pronóstico inicial justifica el incremento en la recuperación de viñedos en departamentos de la región que, como Junín, Santa Rosa, Rivadavia, San Martín, más San Rafael y Maipú, habían sido afectados por el granizo en el ciclo 2011-12. Hasta aquí, una baja incidencia de las tormentas en general, a excepción de algunos distritos de San Carlos y Santa Rosa.