Pensar en la normalidad es apresurado. Este fin de semana se terminó una etapa más de la cuarentena obligatoria para pasar a una nueva fase: la de la "reapertura progresiva", en la que se habilitarán nuevas actividades, aunque bajo el cumplimiento de un protocolo sanitario elaborado por el Gobierno nacional que incluirá detalles sobre la movilidad y el control de los trabajadores.

Ya en San Francisco y muchas localidades de Córdoba hubo flexibilizaciones en los últimos días. El intendente Ignacio García Aresca, con el aval del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), decidió una vuelta controlada de la obra privada, con no más de tres trabajadores en el lugar y descartando ampliaciones y refacciones de viviendas habitadas, y también de los profesionales liberales, entre ellos contadores, abogados, kinesiólogos y otros. Al comercio se le dio la posibilidad de utilizar la venta al paso o “take away” (para llevar) y a los gastronómicos que hacen delivery les otorgó una hora más de entrega, hasta las 23.

“Hoy tenemos una ciudad donde podemos transitar y se habilitaron nuevas actividades, no tenemos virus comunitario y eso es destacable. Es un esfuerzo de más de 50 días”, dijo al fundamentar la decisión García Aresca, quien valoró las medidas que se tomaron en San Francisco desde el pasado 13 de marzo, antes que inicie el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Un rojo que fue perdiendo intensidad

San Francisco había sido catalogada hace unos diez días como zona roja en el marco de la pandemia del coronavirus y ahora la denominación es “zona roja flexibilizada”. El COE otorgó este color a diferentes localidades evaluando criterios de orden epidemiológico, entre ellos: si tuvo casos de Covid-19, si el virus está en un hospital o en una comunidad, si lo trajo un viajante del exterior o si surgió de alguien internado y proveniente de esa propia comunidad. También se tuvo en cuenta la capacidad que tiene una localidad de contener ante la flexibilización una demanda sanitaria.

Algunos de estos puntos coinciden con nuestra ciudad, cuyos vecinos vinieron teniendo un gran respeto a la norma de quedarse en casa. Claro que hubo excepciones. A su vez, el Gobierno municipal trabajó rápido y a conciencia para evitar que el virus se propague.

¿Cómo se resolvieron las flexibilizaciones, entonces, estando en rojo? Un dato muy alentador fue que durante la semana se cumplieron más de 30 días sin nuevos casos positivos de Covid-19 en San Francisco, tras el reportado el 6 de abril pasado y que fuera el segundo y último hasta este viernes al mediodía, al menos, de un vecino de la ciudad. Un escenario similar se observa en todo el departamento San Justo, que lleva casi un mes sin nuevos positivos, ya que el último había sido informado el 11 de abril en un paciente de Marull. Cabe aclarar que la ciudad es vista como un conglomerado.

Ahí residió el respaldo del COE central a la Municipalidad. Además, el Hospital Iturraspe se preparó para la pandemia y la ciudad cuenta con núcleo sanitario, en el caso de dispararse los contagios, en los alrededores al centro de salud.

Al contrario, donde más casos hay y el riesgo de contagio aumenta, las restricciones no se alivianan. El Ministerio de Salud reconoció días atrás que en la ciudad de Córdoba hay transmisión comunitaria y esa definición epidemiológica tiene consecuencias más allá de lo sanitario.

¿Relajarse? Para nada

Los expertos siguen advirtiendo que, aun en las zonas “blancas”, no hay razones para relajarse demasiado. Enfatizan que un solo contagio en espacios como un geriátrico o un centro médico puede disparar brotes que conviertan a esas regiones en “focos calientes” en apenas días.

“Hoy podemos hablar de esta pandemia recordando las medidas que tomamos desde el 13 de septiembre con los espectáculos públicos, la aplicación geolocalizadora antes de la cuarentena obligatoria, luego con la obligatoriedad de los tapabocas, el test del olfato en los controles y la desinfección de lugares donde hay actividad y vehículos delivery, entre otras cosas”, indicó García Aresca en referencia a lo actuado por el municipio, quien agregó: “Cuando nos calificaron como ciudad roja nos pusimos a trabajar para que se activen nuevos sectores y desde el COE central nos dieron la posibilidad de abrir obras privadas y habilitar a los profesionales”.

Por último, el intendente llamó a la comunidad a ser responsables y cuidarse entre todos: “Si alguien no usa el barbijo digámosle bien que debe usarlo, sigamos respetando la distancia social, sigamos con todo lo que fuimos aprendiendo hasta el momento”, señaló.

Para seguir como estamos e ir avanzando será importante cumplir todas las medidas impuestas, aunque en ciertos casos genera molestias. Volver un paso atrás puede generar contagios y que la ciudad vuelva a estar en zona roja en la evaluación del COE.