Américo tiene 65 años y más de 50 de profesión como peluquero. En su local de 9 de julio, como en toda peluquería masculina, se habla y se respira fútbol. Aunque uno de los temas preferidos es la actualidad del querido club verde de nuestra ciudad.

Sciola es hincha de River desde que recuerda, pero en su adolescencia, apenas llegó a la ciudad, se hizo socio de Sportivo Belgrano y desde entonces comenzó un amor que aún perdura. 

¿Tiene el corazón partido en dos, por River y Sportivo?

Soy hincha de River desde que me acuerdo. Pero después a medida que fui creciendo mi sangre se hizo más verde que roja. Lo primero que hice cuando vine a San Francisco fue hacerme hincha de Sportivo. Hace del año 80 que lo sigo al verde, siempre colaboré y soy uno de los fundadores de la Agrupación Verde. River es una pasión, pero Sportivo es otra cosa más profunda.

¿Estos últimos años fueron los mejores de la historia de Sportivo?

Tuvo mucha gloria en su historia. Por acá pasaron grandes jugadores, el “bayo” Cabrera, el “chuequito” Garay, el santiageño Pérez, Julio Boo, el “chuequito” Chávez, por nombrarte algunos. Creo que el club creció mucho en estos últimos años, con nuevos dirigentes que tienen otra forma de actuar. Y creo que Primo le dio mucho a Sportivo, todos los que fuimos a la cancha somos testigos. Y este año tuvo que bailar con la más difícil, porque le faltaron jugadores y con el plantel se la arregló. Siempre digo que Primo es como una cocinera que con poca cosa te hace una buena comida.

Con respecto a su otra mitad del corazón que es River, ¿cómo vivió este último año?

Fui socio de River por más de 20 años. Viví cosas muy lindas. Tuve que viajar a hacer cursos de peluquería a Buenos Aires y no aguantaba y me escapaba a ver el partido. Tengo lindos recuerdos y otros malos, sobre todo lo que pasó este último año. Sufrí mucho a este paso por la B. Tengo amigos que son “bosteros” que venían y me gastaban, no atendí más el celular porque era gastada tras gastada. Hasta aparecieron huevos colgados en la puerta.