Hace tan solo tres días que Matías Almada (26) puede pararse en un solo pie con la ayuda de un andador, después de pasar casi dos meses postrado. Se trata del joven sanfrancisqueño que el 30 de diciembre de 2022, había sufrido un gravísimo accidente tras ser arrollado por un colectivo de transporte urbano en Córdoba Capital y se salvó milagrosamente.

Tras su operación, a mediados de enero, el joven pasó unos días todavía internado en observación y luego fue dado de alta, por lo que regresó a San Francisco para iniciar su recuperación. Aunque pasó casi un mes postrado al aguardo de la cicatrización de sus heridas y de la adaptación de sus prótesis se afiancen en la pelvis.

Matías se encuentra recuperándose y rehabilitándose en la casa familiar en barrio Sarmiento, donde una kinesióloga lo asiste diariamente. Días atrás, también se produjo la primera salida del joven, acompañado de su madre Adriana Contreras, en silla de ruedas por las calles del sector.

“Me vine para San Francisco el 17 de enero a hacer la recuperación acá. Estuve un mes de reposo absoluto y tuve la suerte que mi hermana es masoterapeuta que me pudo ayudar a ir avanzando desde el inicio en la recuperación y ahora estoy haciendo rehabilitación con una kinesióloga que me está ayudando a avanzar muy positivamente”, contó Matías a El Periódico.

Aun cuenta con una movilidad bastante limitada, recién hace tres días pudo apoyar uno de sus pies para comenzar a pararse con un andador.

Tema del Día - Matías Almada

El accidente

Almada recordó el día del gravísimo y a la vez milagroso accidente que padeció. “Era la tarde del 30 de diciembre, de un día de verano bien caluroso, la ciudad de Córdoba era un infierno. Primero sentí el impacto contra la bici y como que me doy cuenta que pasé para abajo del colectivo. Todo se puso negro, eso fue bastante desesperante porque no sabía qué esperar, mientras sentía como un calor intenso que era todo lo que me iba quemando entre la rueda y el pavimento”, contó. Y añadió: “Después me impactó que cuando pasa el colectivo, salí, me paré y empecé a gritar, en ese momento la adrenalina manejaba mi cuerpo, porque con las fracturas que tuve era muy sorprendente que pudiera hacer eso”.

En ningún momento del hecho Matías perdió el conocimiento y tuvo la fortuna de que las ruedas del vehículo no le arrollaran ni afectaran ningún órgano vital. “En la clínica no podían creer que estaba para contarlo y, por así decirlo, lo barato que lo saqué”, reflexionó el joven.

El accidente le provocó varias facturas, entre ellas tres en la pelvis, de sacro y de cinco costillas. Por ello tuvo que atravesar una cirugía en la pelvis para la cual necesitó dos prótesis en diferentes zonas.

En el medio, tuvo el inconveniente que su obra social no se responsabilizaba por las prótesis, sin embargo, cuando su caso se volvió viral, los elementos que necesitaba aparecieron rápidamente.

“Tengo que agradecer a la gente que se solidarizó con mi caso, ya sea aportando dinero, mensajes, en la difusión, todo eso sumó y también a los medios, que gracias a que se visibilizó el caso ayudó a que la obra social aporte lo que necesitaba”, confesó el joven.

Matías junto a su madre Adriana.
Matías junto a su madre Adriana.

Una larga recuperación

Matías admitió que le espera una larga y ardua recuperación para volver a caminar y que tendrá secuelas por el choque. Sin embargo, se esperanza con continuar su carrera en Licenciatura en Cine y Artes Visuales en la Universidad Nacional de Córdoba.

“Para volver a caminar tengo de seis a ocho según cómo vaya evolucionando. Las ganas de volver a estudiar están pero ya me mentalicé que tengo que priorizar la salud, recuperarme para quedar en las mejores condiciones posibles y después retomar el estudio, que podría volver el año que viene”, expresó.

Matías arrancaría segundo año de su carrera, la cual contó que “la venía llevando muy bien” y dijo con buen humor que todo lo que vivió le podría servir para un futuro documental sobre su caso. “Tendría mucho material para eso”, admitió con una sonrisa.