Los últimos asaltos y robos en Frontera pusieron en alerta a la ciudadanía que reclama acciones de parte del Estado. La intendenta Victoria Civalero, en una entrevista con El Periódico, analizó el problema. Se refirió a la reunión que mantuvo con el ministro de Seguridad santafesino, al rol de la Policía y contó lo que siente cuando un vecino decide irse cansado de la inseguridad.

- Estuvo reunida a inicios de la semana con el ministro de Seguridad de Santa Fe Maximiliano Pullaro. Imagino que charlaron esta situación dramática que se vive a nivel seguridad.

Sí, esta situación se viene dando hace tres meses, una serie de hechos de inseguridad importantes en la ciudad. Se ha ido trabajando bastante en el tema. Pero en estos tres meses creció la cantidad de hechos y son más violentos, es un malestar de toda la población que no puede vivir tranquila, sumado a que uno siempre trata de encontrar estrategias para trabajar, pero con la necesidad de que se aplique la ley. Muchas veces nos sentimos solos en esta pelea, nos reunimos con el bloque opositor que comparte la preocupación, con los centros vecinales, con la policía. Nos gustaría que esté la Justicia.

- De hecho fue nombrado un fiscal para Frontera…

Hay expectativa con su llegada, fue nombrado hace un tiempo y queremos que tome el cargo de una vez por todas. A veces pasa que estamos en medio de situaciones de falta de comunicación entre la Justicia y las fuerzas de seguridad. Ante los hechos sucedidos el fin de semana, con armas de fuego y heridos le pedí al ministro una reunión. No estamos teniendo hechos aislados, sino que se vienen sucediendo con el mismo modus operandi y eso preocupa. Uno considera que son los mismos autores y no podemos terminar de comprender que las investigaciones no arriben a ese punto. Nosotros trabajamos fuertemente con el tema de las denuncias, los vecinos están denunciando, aportando datos. Pero eso ya no es un asunto de nuestra competencia, pero la preocupación es grande porque es la ciudad que me toca gobernar.

- ¿Se trajo alguna respuesta de la reunión?

En primera instancia, el ministro de Seguridad iba a hablar con el ministro de Justicia para que vea en qué condiciones estaba esta cuestión del nombramiento del fiscal y que se procediera de manera inmediata. Por ahí los tiempos de la Justicia no son los mismos que los nuestros. La intención es que resida en la ciudad de Frontera, que esa es una insistencia con la que venimos, porque había cierta incertidumbre con respecto a eso. También el tema de solucionar algunas cuestiones de recursos que tiene la Policía. Y en el tema del personal, que siempre es escaso, cuando hay licencias o carpetas médicas que se contemple esto. El tema es que no sea un desgaste de reclamos, sino que también tengamos una contrapartida de respuestas como hemos tenido anteriormente con operativos. Hoy estamos muy preocupados.

- El vecino le reclama por mayor seguridad a los gobiernos municipales: ¿cree que entiende que la competencia en estos casos está en otro lado?

La gente acude a alguien representativo y que ellos han elegido para que intervenga en un tema tan delicado como la seguridad, vienen en busca de respuestas porque saben que nosotros podemos peticionar, exigir, es una cuestión de institucionalidad y de reconocer al municipio como un lugar que escucha las problemáticas y trata de canalizarlas. Nosotros tenemos una gran desesperación, por así decirlo, de que nos den una respuesta. Seguridad cero no va a existir nunca, pero no podemos decir no hay más operativos, no hay más centros de denuncias. Así nació el Centro Territorial de Denuncias, el Buzón de la Vida, el Consejo de Seguridad local que funciona con los centros vecinales. También hay una cuestión en este Consejo de Seguridad que se toman determinadas medidas que los centros vecinales deben trasladar a sus barrios como los grupos de WhatsApp para poder prevenir alguna clase de delitos. Cuando nosotros llegamos en 2015, que veníamos de un año muy complejo con muchas muertes, una tasa de homicidios altísima, los vecinos no iban a denunciar y a nosotros nos plantearon que según las estadísticas no teníamos hechos de inseguridad en Frontera, que para nosotros fue prácticamente una burla y eso lo plantearon desde el centro de estadísticas del Ministerio de Seguridad. Al no denunciarse no quiere decir que no existan, entonces se empezó todo un proceso de trabajo.

- ¿Tiene confianza el vecino en la Policía?

Hay un vínculo que se ha roto hace mucho tiempo, no solo en Frontera sino en todo el territorio nacional. Con respecto a las fuerzas de seguridad han ido sucediendo cosas que hacen que se pierda la temática de lo que son. También debe ser duro para una fuerza de seguridad estar trabajando bajo el ojo de la duda, eso lo entendemos, pero creo que a la gente le cuesta recuperar ese vínculo. Hoy no hay un vínculo de confianza marcado hacia la Policía. Eso se nota. Dependemos mucho del Código de Procedimiento y de su interpretación que, por ahí, nosotros como ciudadanos comunes no llegamos a comprender. Lo que queremos es que haya Justicia, que las personas que cometen hechos delictivos estén todas detenidas, sea quien sea. Y nosotros en ese sentido estamos de acuerdo con la población. Y por ahí nos indignamos cuando suceden hechos donde no hay prisiones preventivas y se siguen cometiendo hechos delictivos. Cuando por ahí la parte más furiosa de la inseguridad que es la que vivimos día a día no está donde se trata este tema, que es Rafaela. No es lo mismo que te cuenten algo a que lo vivas. Nosotros lo vivimos todos los días en Frontera.

- ¿Qué le genera cuando un vecino decide irse de la ciudad porque no puede más vivir por la inseguridad, tal como la persona baleada el fin de semana junto a su familia en un asalto?

Es muy doloroso y muy feo que nos reconozcan como una ciudad relacionada a la inseguridad con todas las cosas buenas que tiene, pero siempre es como que está en la superficie la problemática de la inseguridad. Entonces pasan este tipo de cosas o una situación como la que vivimos desde hace tres meses donde se multiplicaron los hechos... Me produce indignación, que gente de Frontera se quiera ir de su ciudad por hechos de inseguridad. Pero yo me quedo y la sigo luchando por respeto a los vecinos que deciden quedarse a pesar de eso y siguen eligiendo estar acá, de cierta manera no quieren dejar de luchar. Cansa, indigna y enoja.