El texto, que declara a Cataluña “sujeto político y jurídico soberano” superando los límites que impone la Constitución española, abre un conflicto con el gobierno central del derechista Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, que no está dispuesto a aceptar el desafío surgido de la opulenta aunque endeuda región.

La declaración fue aprobada por 85 votos -de los 133 presentes-, 41 en contra y hubo 2 abstenciones, anunció la presidenta del parlamento regional, Nuria de Gispert.
Cinco diputados socialistas no votaron –rompiendo la disciplina partidaria- por discrepancias con la decisión del líder de su partido de rechazar la resolución, mientras los representantes del PP catalán se retiraron del parlamento en el momento de la votación. La afirmación soberanista había sido pactada por los nacionalistas de Convergencia i Unió (CiU), del presidente catalán Artur Mas, y los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), segunda fuerza política, por lo que ya tenía garantizada su aprobación parlamentaria por mayoría absoluta.Los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) se sumaron posteriormente al acuerdo tras una mínima modificación del texto original, al que se le eliminó la referencia al “Estado propio en el marco europeo”, ya que consideraban que fijaba ese horizonte como proyecto. A cambio de su apoyo, exigieron también que el texto hiciera hincapié en el “derecho a decidir del pueblo de Cataluña”, para que se abriera la posibilidad a que se pudieran debatir otros proyectos en el futuro, y no sólo la opción de la independencia.Al cerrar el debate, CiU remarcó el carácter “histórico” de la resolución y dejó la puerta abierta a todos los partidos para sumarse al proceso. “El camino del derecho a decidir está abierto. Esta no es una declaración a favor de la independencia ni del federalismo, es una declaración a favor de la democracia”, afirmó Oriol Pujol, líder del grupo parlamentario de CiU.