La crisis económica impacta tanto a nivel nacional como a nivel local, y en medio de un contexto electoral surgen muchas preguntas vinculadas a las medidas económicas.

En Mano a Mano, programa que se emite en El Periódico TV, Carlos Cravero, doctor en Ciencias Económicas, analizó la situación actual, el impacto concreto en San Francisco y también qué se puede esperar hacia el año próximo.

¿Cómo ve la situación económica de crisis y de escasa actividad o recesión que está viviendo la Argentina?

Estamos viviendo un momento muy complicado, no es la primera vez lamentablemente ya que en nuestro país pareciera que siempre nos ha tocado vivir circunstancias como esta. Siempre parece que la última es la más complicada de todas, hasta que aparece un nuevo problema. Estamos viviendo un momento con mucha dificultad. ¿Por qué? Porque se han complicado una serie de cosas y se está recurriendo a una especie de alquimia financiera para poder sobrellevarla. Es decir, el Gobierno tiene como meta que el país no tenga déficit fiscal, lo cual me parece muy loable y es lo normal en cualquier país del mundo que quiera funcionar.

Es parte de la meta que le ha puesto el FMI también.

Algo que es normal, es como una familia que siempre gaste más de lo que gana. Nuestro país viene realizándolo siempre con déficit fiscal, entonces en los últimos tiempos ha tratado de que esto no ocurra, lo que se llama el déficit fiscal primario, con el agravante de que para soportar este problema hemos recurrido a créditos externos. Entonces la carga de intereses es muy importante; si bien no los pagamos se van acumulando como deuda y en definitiva el déficit existe. Como consecuencia de todo esto, los argentinos no le tenemos más confianza a nuestra moneda. Entonces los que pueden con los poquitos pesos que tienen compran dólares, eso hace que el dólar se vaya para arriba. ¿El gobierno qué es lo que ha hecho? Toda una alquimia financiera que a través de la suba de las tasas de interés quiere tratar de disuadir de esa compra de dólares para que el precio no se vaya para arriba. Ha logrado una paz cambiaria, como ellos le dicen.

Pero eso tiene su costo en la actividad, ¿no?

Lo estamos viviendo acá, porque eso influye directamente en la actividad productiva. En un país normal, civilizado, las empresas utilizan el crédito no porque gasten más de lo que les ingresa, sino que, para los planes de expansión, para el funcionamiento de su actividad, necesitan el crédito; y es un indicador importante en cualquier economía donde la gente accede al crédito. Desde el individuo para comprar su casa o su auto hasta la empresa para financiar sus planes de expansión. Eso hoy es tremendo hacerlo acá porque con una tasa del 70 por ciento, la inflación está bajando, las empresas que quieren exportar tienen el dólar bajo. Estamos en una situación complicada.

¿Y qué es lo que se puede esperar?

Creo que de acá a fin de año va a seguir este tema, con un dólar que si no ocurre nada importante se va a mantener en estos niveles. A nivel inflacionario tendría que mantenerse en esto, no aumentar. Los otros días como una gran conquista dijimos el índice de precios fue menor que el del mes anterior, pero el índice de precios del último mes es lo que tienen los otros países en un año y les preocupa. Nosotros lo tenemos mensualmente en el mejor de los casos. Yo creo que va a seguir esa tendencia a bajar la inflación, porque las ventas disminuyen, porque no hay actividad, la gente tiene menos ingresos, estamos viviendo un marco de despidos.

¿Se ve eso también en la ciudad?

Se está viendo también. A mí me decían ‘me parece que está equivocado’ porque viene una importante cosecha. Yo decía que no estamos en un escenario como vivíamos antes, que decíamos con una gran cosecha nos salvamos, arreglamos todas las cuentas. Hoy ya no es más así, no alcanza. Yo decía, cuando todavía no se había empezado a recoger la cosecha, que tal vez en San Francisco lo íbamos a sentir más de cerca, porque estamos en una zona agrícola ganadera, entonces el ingreso que iba a tener el productor sí se iba a reflejar rápidamente, lo cual nos puede dar un alivio. Pero hay otras situaciones que no se pueden revertir. La industria automotriz, tenemos algunas vinculadas directamente, donde tenemos problemas y dependemos de Brasil.

Han sufrido un fuerte impacto, como en el caso de la autopartista Lear en San Francisco.

Y otras más pequeñas, de emprendimientos unipersonales o familiares que indirectamente están vinculados a la industria automotriz. O sea, acá lo vivimos, a lo mejor no tan duro como en otras regiones del país.

¿Qué puede leer usted en el escenario político en torno a propuestas en materia económica?

Lo que me preocupa de la parte política es que no he escuchado propuestas concretas. La coalición que nos gobierna vemos lo que está haciendo, pero no ha dicho qué es lo que va a hacer después de esto. Y de los partidos de la oposición con posibilidades de llegar no he escuchado propuestas. Sí he escuchado alguna propuesta de Roberto Lavagna, pero aparentemente por las encuestas no parecería que él pudiera ser el próximo presidente. Hablo de encuestas hoy. Otro que también dice qué va a hacer ser es José Luis Espert, pero la medición que tienen ambos pareciera que no van a ser de los ganadores, si bien en política vimos cómo es que a veces se da vuelta a todo. Sí estoy convencido que no se puede seguir haciendo esto. No podemos decir que aquietamos el dólar, pero hemos aumentado la tasa de interés al 70 por ciento, es una locura. Yo creo que hay que producir un cambio importante.  Yo trabajaría sobre el déficit fiscal, no podemos seguir gastando más de lo que ingresa y no tiene que ser una corrección a todo nada, tiene que ser una corrección cuantitativa, pero con un análisis cualitativo. Hay que ponerse como hacían los viejos contadores con la lapicera, ver dónde se va el dinero que hoy creo que ni los gobernantes ni la oposición saben. Se manejan cifras de pensiones por invalidez impresionantes y acá no hubo guerra. Y gane quien gane la elección ya tiene que estar pensando en una renegociación de la deuda externa.

Porque se vienen los compromisos de pago.

Se vienen los compromisos, para los cuales la Argentina no está capacitada, ni tiene ni va a generar los recursos para poder pagarlo.