Tras casi tres meses de inactividad, este viernes los locales gastronómicos de San Francisco reabrieron sus puertas al público, algo que esperaban con ansias considerando que el escenario actual por la pandemia del coronavirus, para ellos, se volvía “insostenible”.

Al ingreso de los locales se observan alfombras sanitizantes, dispenser de jabón y alcohol y el personal atiende con tapabocas.

Las aperturas se dan con el protocolo dispuesto por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE): no ocupar más del 50 por ciento de la capacidad, distancia mínima entre mesas de 1,5 metros, alcohol en gel en cada mesa, entre otras medidas.

Javier Carballo, propietario de dos cafetines, uno sobre Madre Teresa de Calcuta 44 y otro en España 82, se mostró de acuerdo con el protocolo establecido para poder funcionar, aunque indicó que costará acostumbrarse. “Cuesta adaptarse, incluso no hay mucha gente, la gente tiene un poquito de miedo, está esperando, pero creo que se va a acostumbrar y va a volver”, opinó.

También se refirió a la medida que exige tomar los datos de cada cliente que ingresa y expresó que eso “se complica un poco”. De todas maneras estuvo de acuerdo y aseguró que la gente lo tomó con normalidad.

En su local ya se cumplen todas las medidas preventivas. Las mesas respetan las distancias y hay trapos de piso con lavandina, más alcohol en gel en las mesas.

“Ojalá que la medida sea temporaria, pero me parece que se va a extender un poquito más de lo esperado”, agregó.

Emer Dufant, propietario de Cau Cau, también contó cómo fue el regreso al trabajo. Con algunas mesas ya ocupadas a poco de comenzar el día, señaló también que todo será parte de un proceso al que habrá que adaptarse: “Son cosas nuevas, la separación de las mesas, el alcohol en gel. Vamos limpiando y cuando se desocupa alguna tratamos de que nada caiga en el piso. Después está el tema de hacerles firmar una planillita a todos los clientes que vienen por día. La gente no lo tomó mal porque todo el mundo conoce que es así, si bien es un poco incómodo ir a la mesa y pedirlo. Pero si la Municipalidad considera que es necesario, lo seguiremos haciendo”, expresó.

Dufant, que dispuso que cada sector del local esté dividido con mesas vacías para respetar los distanciamientos, manifestó que costará acostumbrarse a las nuevas reglas. “Un poco sí, pero tampoco son tan raros los cambios”, opinó.

“La gente entiende que hay un protocolo”

Por su parte Cristina Colombatti, de Confitería La Palma, se mostró feliz por el regreso y se refirió a los cambios implementados en el local: “Estamos muy contentos y ansiosos, la gente va llegando de a poquito. Al protocolo lo hemos adaptado y hemos incluido algunas cosas que no son obligatorias”, señaló en la mañana de ayer.

En el lugar, la carta se refleja en el individual descartable pero también se ofrece de manera digital. Entre algunas de las novedades, ya no puede ofrecerse el vaso de soda con el café ni bebidas sueltas.

“Estamos trabajando sin problemas, la gente entiende que hay un protocolo que lo tenemos que cumplir, no tiene problemas en entregar sus datos, incluso nos preguntan cómo son los protocolos”, contó.

“Creo que esta medida puede ser duradera, no creo que se flexibilice porque entrando en el invierno los cuidados tienen que ser extremos. Hasta ahora no tenemos casos y creo que tenemos que seguir así, cuidándonos para no tenerlos”, finalizó.

Buscando adaptarse a lo nuevo, gastronómicos volvieron a la actividad

Claves de la vuelta

- Horario habilitado de lunes a jueves de 7 a 23.30. Viernes, sábado, domingo y víspera de feriado de 7 a 1 del día siguiente.

- Concurrencia limitada de acuerdo a la capacidad física del establecimiento (en torno al 50%). Se requiere una distancia mínima entre los comensales de 1,5 y 2 mts.

- El local gastronómico deberá proporcionar las medidas de higiene necesarias tanto para su personal como para los comensales.