Cuatro muy buenos libros para grandes y niños ya se pueden conseguir a precios promocionales en El Periódico, presentando un cupón que se encuentra en la edición impresa de este medio. 

Se trata de “Cuadernos de anatomía de Carlos Alonso”, de Carlos Presman; “El niño zorro y el niño cormorán”, escrito por Octavio Pintos con dibujos de Inés Fraschina; “Habitantes de la tierra”, de Andrea Taverna, María Celeste Baiocchi, Aurelia Pérez y Elida María Pérez; y “El misterio de la casa grande”, con texto de Jimena Néspolo e ilustraciones de Marta Vicente..

Todos fueron publicados por la editorial Eduvim y pueden adquirirse con un importante descuento en las oficinas de El Periódico, en 9 de Julio 1850. El primero de ellos a un valor de $6.000, los dos siguientes a $3.500 y el último a $2.800.  

“Cuaderno de anatomía de Carlos Alonso”, además, será presentado el próximo 25 de agosto en San Francisco en el Centro Cultural, con la presencia del autor, Carlos Presman. 

Buenos libros para grandes y niños, conseguilos con descuento en El Periódico

El libro combina una interpretación del cuerpo humano que ha sido uno de los ejes de la obra del pintor y dibujante mendocino Carlos Alonso, radicado ya hace varias décadas en Córdoba, con la escritura de Presman. A propuesta de Alonso, ambos se reunieron durante tres años en largas charlas en su taller de Unquillo para una tarea que concluyó en el libro, inspirado en la experiencia del escritor John Berger en El cuaderno de Bento.

Mes de las infancias

Los tres libros destinados a niños y niñas son muy buenas opciones para regalar o compartir en familia. 

Con ilustraciones a todo color, Habitantes de la tierra permite conocer cómo se dicen y escriben animales, plantas, insectos en idioma español y en wichi. 

En El niño zorro y el niño cormorán, Isabel, una niña de 8 años, descubre los sentimientos que envuelven el corazón de su papá, un excombatiente de la Guerra de Malvinas. En ese descubrimiento aparece una guerra cercana y presente, la que aún vive en el imaginario de todos los soldados que alguna vez lucharon.

En el misterio de la casa grande, Magnolia y Rose disfrutaban del viento otoñal que bailaba en sus cabellos mientras se dirigían a la cima de una cuesta en su auto descapotable. Allí abajo se observaba el valle y allá arriba, la mansión misteriosa. Todo indicaba que hacía mucho, mucho tiempo había sido abandonada y que nadie había vuelto a aparecer por allí.