Un análisis realizado por el diario Folha de Sao Paulo, sobre la base de los estudios de la consultora británica Economist Intelligence Unit (The EIU) y de los bancos Itaú y HSBC, proyecta que la media de crecimiento anual de Brasil será del 2,4% entre 2011 y 2013, período que coincide con lo que lleva en el poder la presidente Dilma Rousseff.

Todos los países latinoamericanos sufrieron los efectos de la crisis global, pero la desaceleración de la economía brasileña es mayor debido, en parte, a una caída en la tasa de inversión, que se sitúa en torno al 18% del Producto Interior Bruto (PIB).

En opinión del economista jefe del banco HSBC en el país, André Loes, otro de los factores que explica la frenada de la llamada “locomotora de América Latina” es la pérdida de competitividad de la industria nacional, causada por los atrasos tecnológicos y las deficiencias de infraestructuras.

"Brasil se convirtió en un país caro y poco competitivo, y eso tiene un impacto negativo en las decisiones sobre inversiones", señaló.

En cambio, Perú liderará el crecimiento en Latinoamérica con un promedio anual de 6,4%, seguido por Ecuador (5,5%); Chile (5,4%); Colombia y Bolivia (ambos con 5%); Argentina (4,9%); Uruguay (4,6%); Guayana (4,5%); Surinam (4,5%); México (3,9%); Paraguay (3,2%) y Venezuela (3,2%).

El artículo del diario brasileño también cita a algunos países asiáticos y europeos que tendrán un comportamiento mejor que el previsto para la economía brasileña. Entre ellos se destacan los compañeros del BRICS: China crecerá al 8,5% anual entre 2011 y 2013; India (6,4%); Rusia (3,9%) y Sudáfrica (3,1%).

Si los datos se confirman, señala Folha, será la primera vez desde el Gobierno de Fernando Collor de Mello (1990-1992) -cuando la economía se contrajo un 1,2%- que Brasil crecerá menos que sus vecinos.

Luiz Fernando de Paula, catedrático de UERJ, consideró normal que Colombia, Perú y Chile crezcan a tasas más altas porque "son de tamaño pequeño y la economía de Brasil es más compleja".

Pero la trayectoria reciente de la expansión brasileña en comparación con sus vecinos y otros emergentes indica que el gigante sudamericano enfrenta problemas internos que limitan su desarrollo.

"Nuestra desaceleración es mucho mayor. Varios enfrentaron una crisis externa pero no dejaron de crecer", señaló por su parte Ilan Goldfajn, economista jefe de Itaú Unibanco.