Las bebidas energéticas, como bien indica su nombre, aportan energía, pero también ocultan algunas desventajas para el organismo ya que poseen elevadas cantidades concentradas de cafeína y azúcar, por lo que se las considera estimulantes.

Entre otras cosas pueden dañar los dientes y muelas; perturbar el ritmo cardíaco, aumentando su frecuencia y la presión arterial; generar adicción y síntomas de abstinencia; provocar ansiedad e insomnio y generar aumento de peso.

Al no contener alcohol, son de venta libre y eso lleva a que muchos menores de edad las consuman en exceso.

Ante este escenario, el concejal del Frente de Todos, Andrés Romero, presentó un proyecto de ordenanza para que en el ámbito de la Municipalidad de San Francisco se prohíba de venta, expendio o suministro de bebidas energizantes o energéticas en locales bailables, de recreación, salas de espectáculos, bares, restaurantes o cualquier otro lugar de acceso público habilitado para el expendio de bebidas, a menores de 18 años.

“Esta iniciativa responde al incremento inusitado del consumo de estas sustancias entre los jóvenes, cuyo expendio no encuentra limitación alguna en la ciudad, permitiendo el acceso en cualquier establecimiento comercial sin prever las enormes consecuencias que esto pueda generar en la salud de nuestros jóvenes”, destacó Romero.

El edil sostuvo que hay que implementar condiciones de comercialización, sin negar la venta absoluta del producto, sino restringir su acceso a menores de 18 años y ejercer prevención y protección respecto de los riesgos potenciales que presenta, y que básicamente están relacionados con el consumo abusivo promovido publicitariamente, sin la adecuada información y prescripción profesional.

Varios municipios del país regularon el expendio de bebidas energéticas a menores de 18 años, entre ellos Córdoba, Rosario, Santa Fe y Río Cuarto.

Números y efectos secundarios

Según la Academia estadounidense de Pediatría, los adolescentes que consuman bebidas con cafeína no deberían superar los 100 miligramos al día (el proporcional a una taza de café), ya que una lata de bebida energética contiene hasta 500 miligramos, lo que impacta negativamente en la salud de los menores: es el equivalente a beber unas 14 latas de gaseosas seguidas.

Entre los efectos secundarios de este tipo de bebidas están los posibles problemas de los sistemas digestivo, nervioso y cardiovascular. En tanto, los más comunes por sobredosis de cafeína son: mareos, sed, insomnio, diarrea, fiebre, dificultad para respirar, dolor en el pecho, aumento de la frecuencia cardíaca, alucinaciones o movimientos musculares incontrolables.