Banda Libre, el proyecto musical de la organización La Luciérnaga que surgió en 2010, toma impulso con fuerza tras el período de pandemia. 

Esta agrupación está compuesta por jóvenes que viven en un contexto de vulnerabilidad social y que, a pesar de no contar con experiencia previa en el mundo de la música, encontraron en este arte una vía de expresión artística. 

Tras la pausa forzada de la pandemia, la banda experimentó un recambio en sus integrantes, pero el ímpetu y las ganas sieguen siendo las mismas. La mayoría de sus integrantes no tenían conocimientos musicales previos, sin embargo son acompañados por profesores de música que estimulan su potencial. 

Este resurgimiento no solo simboliza una nueva oportunidad, sino que también destaca la importancia de la música como una herramienta transformadora en la vida de aquellos que más la necesitan, incluso en las circunstancias más desafiantes, hacia un futuro mejor.

Banda Libre: más que una banda, una familia

“Retomamos la banda después de haber sido alumnos también, lo hacemos como profes para que no se cayera, queríamos volver a esto, a enseñar y que los chicos hagan música sin un conocimiento profesional. Con sentimientos, ganas y fuerza se puede lograr, yo no estudié música, me enseñaron de oído, fui mirando y hoy en día voy ayudando a los chicos”, comentó Nahuel Piombo, uno de los 'profes' e integrante de la banda.

Los inicios. "Empezamos tocando con botellas, tachos, hicimos nuestros propios instrumentos hasta que se pudo acceder a proyectos para adquirirlos. Fuimos armando bases de grupos chicos, que cambiaban, pero se mantenían. Logramos tener todo lo adecuado para hacer el género de cumbia", expresaron.

“Hoy lo queremos retomar, con chicos mucho más ilusionados y más comprometidos, que tuvieron sus primeras experiencias y lo hicieron muy bien”, agregó Nahuel. 

Banda Libre: más que una banda, una familia

Reorganizándose

Santiago Ahumada, uno de los profes y bajista de la banda, contó que el cambio de integrantes obligó también a cambiar las formas de hacer música.

“Necesitábamos un teclado, así que armamos pistas de los temas viejos y nuevos del repertorio, pero el resto de los instrumentos como percusión y melodías de los solos lo hacemos todo nosotros”, comentó.

“Empezamos siendo dos o tres chicos, de a poco se fueron sumando más porque fueron trayendo amigos, evidentemente se sienten contenidos y seguros cantando y haciendo arte. Algunos de esos amigos venían a hacer el aguante, a ver, otros terminaron siendo parte de la banda, fueron enterándose otros chicos por el taller de panadería, se asomaban acá porque escuchaban y se terminaron quedando. Hoy somos 21 integrantes”, expresó.

En ese sentido, Ahumada agregó: “La idea es tener a toda la banda en vivo, recientemente se sumó una profe de teclado para que de a poco vaya sacando los temas, que son 13, así que próximamente haremos presentaciones con toda la banda en vivo y sin pista”. 

“La dinámica es que había otros integrantes del grupo, algunos pasaron al secundario, no podían venir, pero es un poco la morfología de esta banda, cambiar, aprender, compartir y hacer música, crear también vínculos lindos”, contó la profe Micaela Gerbaudo

Por otro lado, Ahumada destacó el interés que despertó este proyecto en los jóvenes. “Son muy apasionados por lo que hacen y sienten mucho el instrumento que tocan. Hoy hacemos todos covers, algunas del año pasado y otras nuevas, tenemos muchos compositores también, muchos que escriben canciones que queremos incorporar”, indicó.

Banda Libre: más que una banda, una familia

“Me gustó mucho porque todos comparten”

Brandon es uno de los jóvenes nuevos en la banda, le gusta cantar, principalmente temas de tango y folklore. Sin embargo, no dudó en sumarse a la banda cuando experimentó el grupo humano que existe.

“Me enganché viendo como tocaban los chicos, yo vine a ver, en un momento quise probar, pedimos un güiro y quedé con este instrumento. También canto, me gustó mucho porque todos comparten juntos, son un equipo. Nos preguntaron qué canciones nos gustan, así que elegimos las que nos gustaban”, expresó.

Actualmente, la banda tiene 8 cantantes y un nuevo repertorio que incluye temas de María Becerra, Qué Personajes, entre otros. “El año pasado, donde los integrantes era más grandes y venían con otra formación había muchos temas de Grupo Play, El Original, ese tipo de cumbia. Este año hicimos reunión y se propuso incorporar nuevos temas”, comentó Janet Pussetto -tambén profe-.

“También hay un desafío porque no pueden cantar todos, hay que sumarse a algún instrumento, alguno agarró el güiro, la pandereta y van tocando todos. Para los que cantan también fue un desafío porque estar al frente y expuestos es mucho, pero se fueron abriendo”, agregó.

Para sumar. La banda ensaya los días martes, jueves y viernes en la sede de La Luciérnaga (Avellaneda 255). Más info en los perfiles de Instagram y Facebook.

Banda Libre: más que una banda, una familia