El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) elaboró un protocolo de flexiilización de las iglesias y templos de culto en la provincia de Córdoba por medio del cual, a partir de ahora, se autorizan bajo determinadas normas, oraciones individuales, confesiones, ayuda y orientación espiritual individual y cualquier otra actividad vinculada con el culto religioso que no implique gran concurrencia de personas. Será de lunes a domingos de 14 a 20.

De acuerdo al texto, el protocolo tiene por finalidad establecer los alcances de la flexibilización fijada por el Jefe de Gabinetes de Ministros, para la apertura de las iglesias y templos de cultos reconocidos por el Estado, en el ámbito de la provincia de Córdoba.

Qué se permite

Los templos de culto podrán abrir sus puertas de lunes a domingo de 14 a 20. En su interior se podrán realizar las siguientes actividades: oraciones individuales, confesiones, ayuda y orientación espiritual individual y cualquier otra actividad vinculada con el culto religioso que no implique gran concurrencia de personas.

Por su parte, se prohíben las celebraciones de misas y de cualquier tipo de celebraciones comunitarias

El líder espiritual previamente acordará los turnos para recibir a los fieles que soliciten ayuda, orientación espiritual o confesiones.

No deberá haber agua bendita en las pilas.

Normas de bioseguridad

Además de las normas de bioseguridad establecidas en el protocolo correspondiente, se deberán tener en cuenta otras como la disposición de solución de agua con alcohol al 70% o alcohol en gel al ingreso del templo.

También, cada persona deberá emplear barbijos y/o tapabocas. Se permitirá el ingreso de una persona cada 20 metros cuadrados y no podrá haber más de una persona por banco.

En las confesiones se debe guardar la distancia necesaria sin que perjudique a la confidencialidad. Ambos llevarán mascarilla y se respetarán las medidas de higiene. Se ha de velar por la salida ordenada.

Las puertas del templo deberán permanecer abiertas para permitir la ventilación del mismo, durante las horas de funcionamiento.

Se deberá evitar la manipulación de objetos litúrgicos, bancos, puertas y manijas.

Se dispondrá de un camino de entrada y de salida el cual deberá ser desinfectados con regularidad.

Las puertas del templo deberán permanecer abiertas para permitir la ventilación del mismo, durante las horas de funcionamiento.

Se mantiene la imposibilidad de asistir a los templos a los grupos de riesgo. 

Se deberá controlar el número de participantes permitidos. Una vez completado este número, no podrá ingresar nadie más a la celebración.

Se deberá colocar a la entrada y salida un trapo o felpudo embebido en agua con lavandina para desinfectar el calzado.

Se deberá realizar periódicamente la desinfección (mínimo cada dos horas) de los templos y lugares empleados.